
Felipe Saruma salta a la política como la nueva ficha de la casa Char para conquistar el voto joven a la Cámara
El influencer, con más de 16 millones de seguidores, aparece en la lista a la Cámara por el Atlántico como la jugada estratégica de la casa Char para sumar votos frescos y recuperar terreno entre una generación que no conecta con la política tradicional.
A Cambio Radical le faltaba un ingrediente para la campaña en el Atlántico: alguien que hablara el idioma de los jóvenes, que manejara el algoritmo y que pudiese convertir millones de seguidores en miles de votos. Álex Char lo encontró. No en un político tradicional, sino en un creador digital: Felipe Saruma.
La movida se oficializó este jueves en la Registraduría Especial de Barranquilla, donde el partido presentó su lista a la Cámara. Allí, detrás de la estructura charista que ha dominado la política del Atlántico por años, apareció un nombre inesperado en el cuarto renglón: Andrés Felipe Camargo González, Felipe Saruma.
La jugada no es casual. Es cálculo puro.
La nueva apuesta del charismo
Para el grupo político que lidera Álex Char, Saruma es más que un influencer: es una puerta abierta hacia un electorado joven, difícil, disperso y exigente. El voto joven, ese que no llena plazas públicas pero sí domina TikTok, que desconfía de los partidos pero vota cuando encuentra una voz cercana a su mundo digital.
Con más de 5 millones de seguidores en Instagram y 11,1 millones en TikTok, Saruma representa exactamente eso: alcance masivo, conexión emocional y una capacidad de comunicación digital que ningún político del Atlántico ha logrado igualar.
En la presentación estuvo Dorita Bolívar, cabeza de la lista, pero fue el nombre de Saruma el que se robó la atención. El mensaje interno del partido es claro: refrescar la marca, renovar la narrativa y competir en un terreno donde el charismo no había logrado entrar con fuerza: las redes sociales.
El cálculo detrás de la ficha
La estrategia es evidente: en una contienda marcada por el desgaste de la política tradicional, el charismo necesita figuras que generen simpatía, conversación y voto espontáneo.
Saruma es exactamente eso: un creador que produce cercanía sin discursos, influencia sin mítines y recordación sin caravanas.
Si logra traducir siquiera una fracción de sus 232 millones de “likes” en votos, podría convertirse en uno de los aciertos electorales más sonados del partido.
De Bucaramanga al Atlántico, vía TikTok
Saruma no nació en el Atlántico. Viene de Bucaramanga, empezó en YouTube con “El Saru” y explotó durante la pandemia con “La Gran Cabaña”. Su figura se hizo nacional, sus videos virales lo llevaron a colaboraciones con grandes influenciadores y su vida personal lo mantuvo en la conversación pública.
Ese alcance es lo que Char y su equipo quieren canalizar hacia las urnas.
El influencer aún no se ha pronunciado en sus redes. Ni una historia, ni un video, ni un mensaje.
Pero la maquinaria ya lo puso en escena.
Tiene plazo hasta el 8 de diciembre para formalizar la inscripción.
Y ahí se sabrá si su salto a la política será definitivo o si quedará como un movimiento probatorio.
Lo que está claro es que Álex Char juega fuerte: quiere a Saruma para arrastrar un caudal electoral que ningún otro partido ha logrado consolidar entre los menores de 30 años.
Saruma es una ficha, sí. Pero también un experimento político: medir hasta dónde llega la influencia digital cuando se cruza con la política tradicional del Caribe.
Por ahora, el charismo apuesta todo.
Faltará ver si la audiencia de Saruma, acostumbrada a sus videos, está dispuesta a convertir un “like” en un voto.
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