El joven colombiano Michael Mejía, quien ganó el exclusivo vehículo en diciembre de 2024, sufrió un choque en Estados Unidos, complicando aún más su difícil situación económica.
Lo que comenzó como un sueño hecho realidad para Michael Mejía, un artista plástico colombiano, se ha convertido en un dolor de cabeza. En diciembre de 2024, su vida cambió cuando ganó un Lamborghini Urus color morado, obsequiado por la cantante Shakira. Sin embargo, apenas unos meses después, el lujoso auto volvió a ser noticia, esta vez por un accidente que ha agravado la difícil situación financiera del joven.
Desde que recibió el automóvil, Mejía ha tenido que lidiar con los exorbitantes costos de mantenimiento. Aunque Shakira le entregó un cheque de $90.000 USD (aproximadamente $371.875.500 COP, según la TRM del día de publicación de esta nota) para ayudarle con impuestos y seguros, la cantidad no ha sido suficiente para cubrir los gastos de un vehículo de alta gama. Solo el seguro mensual supera los $2.000 USD ($821.194,71 COP), y el consumo de combustible representa otro desafío, con un gasto aproximado de $70 USD ($28.741,81 COP) cada dos días.
Consciente de la carga financiera, Mejía ya contemplaba vender el Lamborghini, y ahora, tras el accidente, la presión es aún mayor. «Es un carro increíble, pero mantenerlo es demasiado costoso. Ahora, con este accidente, las cosas se han puesto aún más difíciles», confesó en una entrevista citada por Blu Radio.
Antes del choque, había recibido ofertas de hasta $800.000 USD por el vehículo, pero los daños sufridos podrían afectar su valor en el mercado. La decisión ahora recae en si invierte en su reparación para venderlo en mejores condiciones o si acepta una oferta menor a la esperada.
El caso ha generado debate en redes sociales. Mientras algunos usuarios consideran que la mejor opción es vender el automóvil y liberarse de la carga económica, otros creen que debería buscar alternativas para conservarlo. Lo cierto es que lo que parecía un regalo soñado se ha convertido en un desafío financiero inesperado. Y ahora, tras el accidente, el futuro del Lamborghini y de su dueño es más incierto que nunca.
