Las víctimas resultaron ilesas, pero el hecho ha generado preocupación ante la creciente inseguridad en Santa Marta.
En la urbanización Riascos, la noche del jueves, Erlinda y Angélica Vargas, familiares del concejal Wigson Vargas, fueron atacadas por cuatro hombres encapuchados que se movilizaban en dos motocicletas.
Según el relato de las víctimas, los agresores los siguieron y dispararon contra su vehículo cuando llegaban a su hogar tras recoger a unas sobrinas.
“Estacionábamos el carro en casa cuando vimos acercarse las motos. Los encapuchados nos apuntaron con un arma de fuego. Nos pusimos nerviosas, no apagamos el vehículo y arrancamos para buscar ayuda. Ellos nos persiguieron y dispararon varias veces, uno de los disparos impactó el auto”, relató una de las afectadas.
Las mujeres lograron llegar al CAI de Los Almendros, donde recibieron apoyo policial.
Al regresar a casa, las afectadas se enteraron de que unos comerciantes de una tienda vecina también habían sido amenazados por los mismos sujetos, quienes no robaron nada, aumentando el temor en la comunidad.
El concejal Wiston Vargas, quien no estaba presente en el incidente, denunció su preocupación por el ataque a sus familiares.
Recordó que un día antes había utilizado el mismo vehículo, y además mencionó que hace un mes recibió amenazas de hombres encapuchados que preguntaron en las instalaciones del Concejo Distrital por su horario y su automóvil.
Vargas hizo un llamado urgente a las autoridades para que tomen medidas efectivas contra la delincuencia que azota a la comunidad samaria.
Además, expresó su inquietud por el incremento de amenazas y persecuciones contra líderes comunitarios y políticos en la ciudad, señalando que estos hechos son cada vez más comunes.