
Familia de subintendente hallado muerto denuncia que era discriminado por ser costeño
El oficial fue encontrado sin vida en la estación de Policía de Soacha, donde prestaba servicio. Sus familiares aseguran que era víctima de discriminación por su color de piel y origen caribeño, y dudan de la versión oficial que apunta a un suicidio.
La madrugada del 11 de junio, en una estación de Policía en Soacha, Cundinamarca, fue hallado muerto el subintendente Flower Castillo Ávila, de 38 años, oriundo de Cartagena y con una hoja de vida intachable en la institución.
Según la versión inicial de las autoridades, el uniformado se habría autoagredido con su arma de dotación. Sin embargo, su familia no acepta esa explicación.
“Mi hermano no estaba deprimido, ni tenía problemas. Estaba emocionado porque iba a viajar a ver a su esposa y a sus hijos. ¿Cómo pueden decir que se quitó la vida?”, cuestiona su hermana Carolina.
Flower Castillo llevaba 18 años en la Policía Nacional. Durante su carrera sirvió en varias regiones del país, incluido Bogotá, Sincelejo y San Juan (Bolívar), siempre con un comportamiento ejemplar y reconocido por su profesionalismo.
A pesar de ese historial, fue trasladado a Soacha en enero de este año, un cambio que según su familia lo afectó profundamente por el trato hostil que comenzó a recibir en esa estación. Carolina recuerda que en varias llamadas su hermano se quejaba constantemente de discriminación.
“Lo aislaban por ser costeño. Por su color de piel. Porque no hablaba como ellos. Le hacían comentarios ofensivos, lo trataban distinto. Él sentía que no encajaba, que no lo querían ahí”, relata.
Silencio institucional y exigencia de justicia
La familia denuncia que, tras el hallazgo, ningún alto mando de la institución se comunicó directamente para informarles sobre lo sucedido. Se enteraron por intermediarios y aún no tienen claridad sobre las circunstancias en las que Flower fue encontrado sin vida.
“El cuerpo apareció dentro de la misma estación donde vivía. ¿Cómo es posible que nadie supiera qué estaba pasando? Queremos que la Fiscalía investigue a fondo. No pueden cerrar este caso con una conclusión apresurada”, reclama Carolina.
El caso está siendo asumido por el CTI de la Fiscalía, pero los familiares insisten en que no se descarte ninguna hipótesis, incluyendo la posibilidad de que haya sido víctima de presiones o incluso de un acto violento encubierto.
Mientras se gestionaba el traslado del cuerpo a Cartagena, donde será despedido por sus seres queridos, el clamor de la familia crecía. “Mi mamá merece una explicación digna. No vamos a quedarnos callados. Flower era un hombre alegre, trabajador, orgulloso de servir al país. No creemos que él haya tomado esa decisión”, asegura su hermana.
Por ahora, la familia de Flower solo pide una cosa: que se diga la verdad. Que se escuche su voz. Que la justicia no mire para otro lado.
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