Un incendio de gran magnitud redujo a cenizas la bodega de Muebles Montoya, donde se almacenaba toda la mercancía recién adquirida para la temporada de diciembre.

La noche del martes terminó en tragedia para la familia propietaria de Muebles Montoya, un negocio reconocido en el mercado público de Santa Marta. En cuestión de horas, un incendio devoró la bodega ubicada en el barrio Pescaíto y arrasó con toda la inversión hecha para diciembre, la temporada más importante del año para este sector comercial.

Las llamas, que se elevaron varios metros y podían verse desde cuadras lejanas, no solo consumieron muebles y estructuras recién fabricadas. Quemaron también meses de esfuerzo, ahorros y expectativas. Lo que debería ser la época de mayores ventas, se convirtió para ellos en un diciembre negro.

A las afueras del local, la escena lo decía todo: desolación absoluta. Los dueños, abrazados entre lágrimas y resignación, repetían una y otra vez que “no quedó nada”. No hubo posibilidad de rescatar ni un solo artículo. La bodega se desplomó en pérdida total.

Un golpe económico del que será difícil levantarse

El negocio había hecho una fuerte inversión para esta temporada, apostando por ampliar inventario y responder a la alta demanda de diciembre. Todo ese esfuerzo terminó reducido a cenizas.

Los materiales que almacenaban —madera, espuma, telas, bases y estructuras— alimentaron las llamas y aceleraron la destrucción. La magnitud del fuego no les dio oportunidad alguna. El incendio se convirtió en una sentencia inmediata para el patrimonio de esta familia trabajadora.

Emergencia controlada, pero con interrogantes

La reacción de la comunidad fue clave. Vecinos de Pescaíto corrieron con baldes y mangueras intentando contener las llamas hasta la llegada del Cuerpo de Bomberos. Esa intervención evitó que el siniestro se extendiera a casas y locales aledaños, lo que pudo haber desencadenado una tragedia mayor.

Los bomberos lograron controlar la conflagración, pero las autoridades ya iniciaron una investigación para esclarecer qué provocó el incendio y evaluar cómo se desarrolló la atención de la emergencia.

Por ahora, se maneja la hipótesis de un posible cortocircuito, aunque otras líneas no han sido descartadas. Técnicos especializados revisan la zona para identificar el punto exacto donde comenzó el fuego y determinar si hubo fallas eléctricas, manipulación inapropiada de conexiones o algún factor externo.