Expulsan a JH de la Cruz de la iglesia evangélica por su participación en la pelea de influencers


El creador de contenido cristiano fue separado de la iglesia Adventista del Séptimo Día por participar en el evento Stream Fighters, donde apareció acompañado de dos mujeres vestidas de diablas y realizó bromas que la comunidad religiosa consideró inapropiadas.

La ovación del público todavía se escuchaba cuando JH de la Cruz levantó los brazos tras ganar su combate en Stream Fighters 4, el evento de boxeo que reúne a los influenciadores más populares del país. Pero mientras celebraba su triunfo ante millones de espectadores, su iglesia tomaba una decisión que cambiaría su vida espiritual: expulsarlo.

JH, conocido por combinar el humor con mensajes cristianos en redes donde supera los 6.5 millones de seguidores, fue notificado días después de que su nombre ya no figuraba en los registros de la iglesia Adventista del Séptimo Día, comunidad a la que pertenecía desde los 16 años.

El motivo: su presentación en el cuadrilátero no se ajustó a las estrictas normas del templo. En la pelea, apareció acompañado de dos mujeres vestidas de diablas, habló —aunque en tono de broma— de “venganza” y “odio”, y todo ocurrió en sábado, día que los adventistas consideran sagrado para el descanso y la comunión con Dios.

Ni siquiera el hecho de haber llevado a un pastor al evento ni de leer pasajes bíblicos antes del combate bastó para evitar la sanción. “Da dolor que la iglesia tome decisiones de eliminarlo a uno, que le digan que ya no pertenece a la iglesia por lo que uno hace. Sigo sin entender, porque no estamos haciendo lo que Jesús nos dijo”, expresó en un video, visiblemente conmovido.

Su mensaje, publicado en TikTok, se viralizó de inmediato. Cientos de seguidores lo respaldaron, calificando de “injusta” la decisión del templo, mientras otros defendieron la postura de la congregación, argumentando que un líder visible de la fe debe ser ejemplo dentro y fuera de las redes.

JH, sin embargo, no respondió con resentimiento. “Le dije al pastor que no iba a hablar mal de la iglesia. Iré como una visita más. Dios no me va a mandar al infierno porque me saquen del templo”, aseguró.

Lea también : El show de Yina Calderón: arruinó la pelea estelar y luego se burló cocinando arroz con huevo

Desde entonces, su historia ha puesto sobre la mesa un debate que trasciende lo religioso: ¿hasta dónde puede llegar un creyente cuando su trabajo se desarrolla en el mundo del entretenimiento?
El influenciador insiste en que su propósito sigue intacto: hablar de Dios a través del lenguaje digital. “No necesito estar sentado en una banca para sentir su presencia. Dios está conmigo en todo momento”, dijo en otro fragmento.

Aunque la expulsión lo golpeó emocionalmente, JH no se rinde. Desde sus redes, promete seguir compartiendo la palabra, convencido de que su fe no depende de una institución. “El ring fue una batalla más —afirmó—, pero no la más difícil. La verdadera pelea es seguir creyendo cuando te cierran las puertas por hacerlo diferente”.


¿Quieres pautar

con nosotros?