“Estamos desolados”: padre de la niña de 6 años que murió tras sedación dental rompe el silencio


La familia de la menor fallecida en la Clínica Dental Mireia, en Alzira (Valencia), habló por primera vez mientras avanza una investigación que revela posibles irregularidades en el uso de sedación. Otra niña de 4 años que fue atendida el mismo día continúa en recuperación tras estar en UCI.

El padre habló con evidente destrozo: “estamos desolados, no podemos más”. Es la primera vez que la familia de la niña de seis años, fallecida tras someterse a un tratamiento dental en la Clínica Mireia de Alzira, decide pronunciarse. Y lo hace en medio de un dolor que apenas les permite sostenerse y de una investigación que no deja de crecer.

La muerte de la pequeña y la intoxicación grave de otra niña de cuatro años, atendida ese mismo día en el mismo consultorio, destaparon un caso que hoy tiene bajo la lupa a la clínica, a la odontopediatra y al anestesista que participaron en los procedimientos.

La segunda menor presentó fiebre, vómitos y somnolencia extrema. Terminó en la UCI pediátrica del Hospital Clínico de València, donde pasó días críticos. Aunque ya fue trasladada a planta, sigue bajo vigilancia médica.

Los primeros resultados de la autopsia no ofrecieron respuestas: no hubo malformaciones cardíacas ni obstrucciones respiratorias. La causa exacta del fallecimiento sigue sin explicación concreta. Por eso, el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Barcelona continúa analizando muestras toxicológicas para determinar qué provocó la reacción mortal.

A medida que avanzan las pesquisas, también crecen las dudas sobre las condiciones en que la clínica aplicó la sedación. Los inspectores de la Conselleria de Sanidad detectaron que el lugar no tenía autorización para sedación intravenosa y que tampoco contaba con una sala adecuada para la recuperación de pacientes tras el procedimiento. Con esas observaciones sobre la mesa, se suspendió de manera cautelar la actividad del centro mientras se resuelve el expediente abierto.

La odontopediatra y el anestesista sostienen que todo se hizo según los protocolos y con las dosis recomendadas. Sin embargo, la investigación administrativa, sanitaria y judicial sigue su curso. El Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia lamentó “profundamente” la muerte de la menor y el ingreso de la otra, pero evitó pronunciarse más mientras avanzan las indagaciones oficiales.

En Alzira, la comunidad permanece inquieta. Los padres preguntan, comparan, buscan garantías. La clínica está cerrada y las autoridades no han dado aún respuestas definitivas. Entre tanto, una familia vive su peor duelo y otra sigue esperando que la pequeña que estuvo en UCI termine de recuperarse. El caso, lejos de cerrarse, apenas empieza a exponer todo lo que falló ese día en un consultorio que debía ser seguro.


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