“Estaba embrujado”: Brayan Campo asegura que una voz interna lo obligó a matar a Sofía Delgado 


En una entrevista reveló las perturbadoras razones que, según él, lo llevaron a cometer el crimen, y describió con frialdad cómo acabó con su vida.


Habla con una calma que aterra. No titubea, no se oculta ni parece arrepentido. Desde una celda en la cárcel, Brayan Campo relató por primera vez, en una entrevista para el canal de YouTube Conducta Delictiva, cómo y por qué decidió asesinar a Sofía Delgado, una niña de apenas 12 años que fue raptada, asesinada y abandonada en un cañaduzal del corregimiento de Villagorgona, en el municipio de Candelaria, Valle del Cauca.

El país lo recuerda. Era el mes de septiembre de 2024. La niña había desaparecido sin dejar rastro y fue hallada sin vida tras varias semanas de búsqueda, en medio de cultivos de caña, lejos del local comercial donde Campo —dueño del establecimiento— le había quitado la vida con una cuchara de gran tamaño. En mayo, Sofía habría cumplido 13 años. Pero su historia se interrumpió de manera brutal.

Esto dijo sobre las razones del crimen 

Brayan Campo fue condenado a 58 años y tres meses de cárcel, pero hasta ahora no había contado su versión de los hechos. Lo hizo con frialdad y hasta con cierta tranquilidad, como si se tratara de una historia ajena.

“Y no sé si ustedes creen en la brujería o no, pero uno busca razones. Uno se hace un autoanálisis… ¿por qué pensar en matar? ¿Por qué una niña?”, dijo el homicida confeso. Y a su manera, intentó justificar lo injustificable: habló de una expareja celosa, de una supuesta bruja y de un pago de 250 mil pesos que hizo para hacerle “brujería” a Brayan. 

“Días antes de que cometiera el crimen, sentía un desaliento… Le cogí pereza a todo: al trabajo, al estudio, al gimnasio. Empecé a imaginarme matando a una mujer, como si una voz interna me lo exigiera. No fue planeado con la niña, solo se dio así… y no me detuve”, relató.

Con una mezcla de misticismo y trastorno, Campo describió lo que pasaba por su mente los días previos al crimen. Dijo haber visualizado a dos mujeres adultas, pero que nunca actuó. Fue Sofía quien terminó siendo víctima de ese delirio.

El asesino relató cómo golpeó a la menor con una cuchara metálica de gran tamaño, la ocultó en su local y luego trasladó su cuerpo sin vida hasta el cañaduzal. “Mi esposa no supo nada, nunca tuvo que ver. Yo actuaba a ella con total tranquilidad. Ahora me debe estar odiando”, aseguró.

Brayan Campo señala que nunca abusó sexualmente a Sofía y que no hubo torturas. Un solo golpe bastó para matarla. Indica que luego prendió un velón y pidió perdón. 

Desde prisión, este hombre intenta explicar lo que ni la justicia ni la sociedad logran comprender: cómo alguien puede arrebatarle la vida a una niña inocente. Lo cierto es que Sofía no volverá, y el país, indignado, escucha ahora la voz del horror.


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