El infortunio sorprendió a Jorge Molina, un popular tramitador de tránsito, cuando buscó refugio de la lluvia bajo un árbol en el sector de Manzanares. Un rayo lo alcanzó y le quitó la vida de manera instantánea.

Jorge Molina era un rostro familiar para muchos samarios. Durante años se movió entre oficinas, calles y ventanillas del tránsito local, ayudando a resolver los papeleos que para otros eran un dolor de cabeza. Siempre tenía una palabra amable y una sonrisa lista, según recuerdan quienes lo conocían.

Este lunes, la rutina parecía una más en su jornada. Cumplió con sus diligencias, regresó a su vivienda y, por razones que nadie comprende, volvió a salir en su motocicleta. El cielo ya se estaba nublando y los truenos advertían lo que venía: un fuerte aguacero que cubrió gran parte de la ciudad.

En medio de la lluvia, Jorge decidió detenerse y protegerse bajo un árbol en el sector de Manzanares, a pocos metros del río. Allí buscó resguardo, sin imaginar lo que pasaría. Una descarga eléctrica lo impactó de lleno.

Los vecinos contaron que escucharon un estruendo, seguido de un grito que heló el ambiente. Cuando se acercaron, vieron el cuerpo tendido de Jorge Molina junto a su motocicleta. Algunos lo reconocieron de inmediato y no pudieron contener la sorpresa.

Las autoridades llegaron poco después y confirmaron su muerte. El hecho causó consternación entre quienes lo trataban a diario y lo consideraban una persona trabajadora, humilde y servicial.

En redes sociales, decenas de mensajes lamentaron su partida. Muchos coincidieron en lo mismo: “Jorge era buena gente, siempre dispuesto a ayudar”.