Essmar exhibe evidencias de mantenimientos y responsabiliza a usuarios por rebosamientos en El Rodadero


La empresa de servicios públicos desmintió versiones que la responsabilizaban de recientes rebosamientos en El Rodadero. Aseguran que en solo seis semanas realizaron 145 mantenimientos y que las obstrucciones obedecen a desechos arrojados indebidamente al sistema de alcantarillado.

El Rodadero volvió a ser tema de discusión por unas imágenes que circularon durante el puente festivo mostrando rebosamientos en varias calles del sector. Algunos medios señalaron a Essmar E.S.P. de “falta de mantenimiento” y la acusaron de permitir el deterioro del sistema de alcantarillado en uno de los puntos más visitados de la ciudad.

La empresa, sin embargo, no tardó en responder. Con documentos en mano, imágenes, cifras actualizadas y una explicación detallada, aseguró que esas afirmaciones “son falsas” y que la operación en El Rodadero ha sido permanente, incluso más intensa de lo habitual en las últimas semanas.

145 mantenimientos en seis semanas

Según Essmar, entre octubre y lo que va de noviembre se realizaron 145 mantenimientos preventivos y correctivos, una cifra que —insisten— demuestra un trabajo diario que no coincide con la narrativa de abandono que se difundió.

En octubre, dijo la entidad que el equipo operativo limpió 5.103 metros lineales de la red y atendió 71 manholes. En noviembre, la cifra ya va en 4.309 metros lineales y 73 manholes, con un despliegue que incluye vehículos succión–presión, sondeos, destapes y limpiezas profundas.

La empresa asegura que estas intervenciones están documentadas y responden a un plan reforzado de cara a la temporada alta. “No es cierto que no haya mantenimiento”, insisten.

El origen del problema: basura que no debería estar ahí

Aunque Essmar reconoce que sí hubo afectaciones puntuales, su explicación apunta a otro responsable: los residuos que no deberían llegar al sistema.

Estopas, trapos, pañitos húmedos, plásticos, aceites y grasas fueron encontrados dentro de las tuberías, elementos que —según la empresa— obstruyen la red y generan los rebosamientos que indignaron a residentes y comerciantes.

Para atacar ese comportamiento, reactivaron la campaña pedagógica “Pa’ que no se tape, cuídalo”, enfocada en el uso correcto de trampas de grasa y en la adecuada disposición de residuos en restaurantes y negocios turísticos. La estrategia se articula con el DADSA y ACODRES, buscando frenar los vertimientos irresponsables.

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Un llamado de alerta en plena temporada alta

Lo que más preocupa a Essmar es que este tipo de episodios afecte la imagen del destino en el momento del año en que más visitantes llegan. Por eso reiteran que trabajan 24/7 en toda la ciudad, pero advierten que la sostenibilidad del sistema no depende solo de ellos.

Comerciantes, residentes y turistas deben aportar, dicen, evitando arrojar desechos al alcantarillado y cumpliendo con las medidas de manejo de residuos.


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