En video: ex jugador de baloncesto le destrozó el rostro a su mujer por brutal golpiza en ascensor


En apenas 35 segundos, Igor Eduardo Pereira Cabral desfiguró a puñetazos el rostro de Juliana Garcia dos Santos Soares. El exdeportista fue enviado a prisión preventiva y es investigado por intento de feminicidio agravado.

El rostro de Juliana Garcia dos Santos Soares quedó irreconocible. En solo 35 segundos, su pareja, el exjugador de baloncesto Igor Eduardo Pereira Cabral, la golpeó más de 60 veces dentro del ascensor de un condominio de lujo en Ponta Negra, Brasil.

Las imágenes, captadas por una cámara de seguridad y viralizadas en redes sociales, han estremecido al país. En el video, la mujer aparece acorralada, tratando de protegerse mientras su agresor desata una ráfaga de puñetazos incontrolables. Ella no logra defenderse. Al final del ataque, él la arrastra fuera del ascensor, con el rostro completamente ensangrentado, se ajusta la sandalia y se va como si nada.

Juliana, de 35 años, fue trasladada de urgencia al Hospital Walfredo Gurgel con múltiples fracturas faciales y una lesión severa en la mandíbula. Permanece hospitalizada y deberá someterse a cirugía reconstructiva.

La versión desmontada

Cabral fue capturado poco después, aún en estado alterado. Inicialmente, dijo que había sufrido un “ataque de claustrofobia”, pero la Policía Civil descartó la versión.

Según la investigación, lo que desató su furia fue una crisis de celos, después de revisar mensajes en el celular de Juliana.

El tribunal ordenó su prisión preventiva, argumentando que representa un peligro claro tanto para la víctima como para la sociedad. El exdeportista, que había estado vinculado a equipos profesionales en el pasado, será investigado por el delito de intento de feminicidio agravado.

Un patrón de violencia

Desde su cama de hospital, Juliana reveló que no era la primera vez. Dijo que en los dos años de relación con Cabral sufrió varios episodios de maltrato, pero nunca tan brutal. Según su testimonio, en esta ocasión él le rompió el celular y lo arrojó a una piscina antes de encerrarla en el ascensor y golpearla sin piedad. También la amenazó de muerte.

Las autoridades del estado de Rio Grande do Norte han repudiado el hecho y anunciaron que el caso será priorizado. “Es un acto de barbarie que no puede quedar impune”, declaró la fiscalía regional.

El video ha causado conmoción e indignación en todo Brasil. Organizaciones de mujeres exigen justicia y piden que el caso sea un ejemplo de la urgencia de reforzar las medidas de protección frente a la violencia de género.

Juliana, en medio de su recuperación, ha pedido privacidad. A través de su familia, agradeció los mensajes de apoyo y solicitó que su caso no se quede en la estadística.

No es solo mi historia. Es la de muchas mujeres que callan por miedo. Yo sobreviví. Pero necesito justicia”, fue el mensaje que hizo llegar desde la clínica.


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