El cocinero peruano radicado en Cartagena, fue asesinado a plena luz del día por delincuentes que intentaron robarle una cadena. El crimen quedó registrado en video y ha generado conmoción en el país y en el mundo gastronómico.

Luis Dionisio Ruiz murió protegiéndose de un asesino que lo atacó por llevar una cadena. Su muerte quedó grabada en un video que hoy circula con indignación en redes sociales: un instante de brutalidad que cortó la vida de un joven chef que dedicó los últimos años a enamorar con sabores del Perú y el Caribe colombiano.

Ruiz, de 30 años, descargaba víveres en las afueras de un restaurante del barrio El Bosque, en Cartagena. Como cada semana, participaba en la organización de insumos para la cocina que ayudaba a liderar. Nada hacía prever que sería la última vez.

En las imágenes de una cámara de seguridad se ve cómo un hombre se le acerca por la espalda. Lo apunta con un arma y le exige lo que lleva. Ruiz, según se pudo apreciar en un video de seguridad, reacciona con un empujón. Tal vez no creyó que el arma fuera real. Tal vez pensó que podría escapar. No lo logró.

El criminal disparó sin vacilar. Ruiz intentó refugiarse dentro del local, pero el agresor lo siguió. Volvió a dispararle antes de huir en una motocicleta conducida por un segundo delincuente. Ambos escaparon dejando atrás el cuerpo herido del chef, que aún respiraba.

Aunque fue llevado de urgencia a un centro médico, no hubo manera de salvarlo. Un proyectil le comprometió órganos vitales, confirmó la Policía Metropolitana. Horas después, se oficializó su deceso.

Perfil de la víctima

Luis Dionisio Ruiz era más que un cocinero. Era un puente entre culturas. Nacido en Perú, egresado del Instituto D’Gallia, llegó a Cartagena hace casi diez años. Aquí construyó una carrera y una comunidad. Su cocina mezclaba ceviches con ingredientes de Bazurto, causa limeña con toques costeños, y platos de autor que muchos aprendieron a apreciar en restaurantes del Centro Histórico.

Su cuenta de Instagram, donde compartía recetas, anécdotas y recorridos gastronómicos, es hoy un altar improvisado de condolencias. “Te fuiste haciendo lo que amabas”, escribió un colega. “Te arrebataron la vida, pero no tu legado”, publicó otro.

La comunidad gastronómica en Cartagena y otras ciudades del país ha alzado su voz exigiendo justicia. Su muerte no solo deja una silla vacía en una cocina, sino un vacío profundo en una ciudad que lo adoptó como propio.

Las autoridades trabajan contrarreloj. La Policía confirmó que con base en los videos y testimonios ya se tiene información clave sobre los responsables. Hasta ahora, no hay capturas. La Fiscalía abrió una investigación por homicidio agravado y robo.

El video del crimen es ahora una de las piezas principales para identificar al asesino y a su cómplice. La ciudadanía ha pedido celeridad y contundencia. El dolor se mezcla con rabia. Mataron a un chef por una cadena. Y lo hicieron a plena luz del día, sin miedo, en una ciudad que parece perder el control sobre su propia seguridad.