En Santa Marta ya ni limonada se puede tomar: el limón está por las nubes y cuesta $500 la unidad


El alto costo del limón ha obligado a muchas familias samarias a dejar de consumirlo. Preparar una limonada se ha vuelto un lujo, por lo que varios hogares han optado por reemplazarla con el tradicional Frutiño, que, a pesar del paso de los años, mantiene su precio estable.

Santa Marta atraviesa una situación que parece insólita pero es muy real: preparar una limonada o aderezar una comida con limón se ha convertido en un lujo para muchos hogares.

El fruto cítrico, esencial en la cocina colombiana, ha alcanzado precios tan elevados que su consumo se ha reducido drásticamente en sectores populares de la ciudad.

Actualmente, la unidad de limón cuesta $500 en tiendas y plazas de mercado, un precio que para muchos consumidores representa una carga económica insostenible.

“Yo fui a comprar cuatro limones para hacer jugo y me dijeron que eran dos mil pesos. Me tocó devolverlos. Ya no se puede ni tomar limonada”, dijo María Hernández, ama de casa del barrio San Jorge.

El limón salió del menú diario

El golpe ha sido especialmente duro para las familias de estratos 1, 2 y 3, quienes han optado por eliminar el limón de su dieta diaria. “Antes uno exprimía un limón para la sopa, el arroz, el pescado, pero ahora toca hacerlo sin eso. No alcanza”, expresó un vendedor ambulante que solía ofrecer limonada fresca en el mercado público.

¿Por qué está tan caro el limón?

Consultado por este medio, el economista agroalimentario Luis Eduardo Caicedo, explicó que el alto precio del limón obedece a múltiples factores:

“Estamos atravesando una reducción de la oferta por condiciones climáticas adversas. La sequía en varias zonas productoras ha disminuido las cosechas, y al mismo tiempo, los costos de transporte y fertilizantes están por las nubes. A esto se le suma que hay una alta demanda y poca producción, lo cual empuja el precio hacia arriba”, señaló.

Además, Caicedo indicó que en algunos casos se exporta una parte considerable de la cosecha, dejando menos limón disponible en el mercado nacional.

¿Cuándo podría bajar el precio?

Según el experto, el precio podría estabilizarse en las próximas semanas si se normalizan las lluvias en zonas productoras como Valle del Cauca y Santander. “Si se recupera la producción nacional en agosto o septiembre y mejora la logística de transporte, podríamos ver una reducción gradual del precio. Pero, por ahora, el panorama sigue siendo incierto”, advirtió.

Mientras tanto, los samarios seguirán haciendo malabares para encontrar opciones económicas que reemplacen al limón, aunque, como muchos dicen, “nada le da ese saborcito especial a la comida como el limón”.

Por el momento el Frutiño es la alternativa más factible para muchas familias porque a pesar del pasar de los años no sube de precio.


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