El docente ha llevado la vigilancia de exámenes a otro nivel, literalmente, subiendo a una escalera para asegurarse de que sus alumnos no se copien.

En el colegio IED Edgardo Vives Campo, la creatividad no solo se encuentra en los cuadernos de los estudiantes, sino también en la mente de sus profesores. Ismael Vanegas, un docente con un estilo único de enseñanza, ha llevado la vigilancia de exámenes a otro nivel… literalmente.

En una escena que parecía sacada de una comedia, el profesor decidió subirse a una escalera alta en medio del salón para asegurarse de que sus alumnos no recurrieran a la famosa «ayudita extra» en plena prueba. 

Desde la cima de su improvisada torre de control, con la mirada aguda de un águila y la postura de un vigía medieval, el maestro observaba cada movimiento, eliminando cualquier posibilidad de distracción o “colaboración no autorizada” entre sus estudiantes.

“Por el día de hoy tocó así de esta forma… Después veremos”, comentó con una sonrisa, dejando abierta la posibilidad de futuras estrategias aún más inesperadas. 

Lo cierto es que este método no es nuevo para él; ya lo ha puesto en práctica en otras ocasiones y asegura que da excelentes resultados.

A pesar de la rigurosidad del profesor Vanegas, los estudiantes no parecen molestos. Al contrario, entre risas y respeto, admiten que su metodología es efectiva y, aunque exige lo mejor de ellos, lo estiman por su manera innovadora de enseñar. 

No es raro, además, que su peculiar estilo de docencia se refleje en sus redes sociales, donde comparte su humor y sus estrategias pedagógicas poco convencionales.

Así, en un mundo donde copiar es casi un deporte olímpico, este profesor demuestra que la creatividad es la mejor arma contra las trampas. Y quién sabe… en la próxima evaluación tal vez lo veamos colgado del techo o patrullando el aula en patines. Con el profe Vanegas, todo es posible.