Empleada doméstica denuncia al congresista Hernando Guida por 20 años sin prestaciones ni liquidación: su sueldo era de $800 mil


A los 50 años, y sin cotizaciones a pensión ni una liquidación justa, se retiró sin recibir lo que por ley le correspondía. Hoy, lucha por lo que considera su derecho, mientras intenta sobrevivir con lo poco que tiene.

Veinte años de trabajo y ni un solo peso de liquidación. Así terminó su historia laboral Yolfina Ruiz Díaz en la casa del congresista Hernando Guida Ponce. Dos décadas de entrega total, de cumplir horarios extensos, asumir responsabilidades y cuidar una familia que no era la suya, pero a la que sirvió con compromiso absoluto. El día que salió por la puerta, tras más de media vida de servicio, no recibió nada más que 100 mil pesos y un “chao”.

“Eso fue todo. Me dijeron que esa era la liquidación. Desde ahí, no me volvieron a contestar una sola llamada”, cuenta en medio de tristeza.

Tenía 30 años cuando entró a trabajar con la familia Guida. Lo hizo con la mejor disposición, incluso en los momentos más difíciles. Estando embarazada, siguió cumpliendo sus labores: barrer, cocinar, planchar, cuidar niños, limpiar. No le pesaba.

“Nunca me vi como una empleada, yo me sentía parte de ellos”, recuerda.

Pero mientras la familia crecía en poder y reconocimiento, Yolfina seguía ganando el mismo salario mínimo que jamás se ajustó a la ley. El año pasado, ganaba 800 mil pesos. Este año, apenas le subieron a 900 mil durante dos meses. Nunca la afiliaron a salud ni pensión, ni le pagaron primas, cesantías o vacaciones. Nada.

“Nunca me quejé porque necesitaba el trabajo y les tomé cariño. Pero cuando uno se cansa y se va, mínimo espera que le paguen lo que le corresponde”, dice.

A sus 50 años, el cuerpo ya no le responde igual. El cansancio es más fuerte. Tiene a su cargo un nieto, cuyo padre falleció, y una hija adolescente que aún depende de ella. Por eso decidió buscar un empleo menos exigente físicamente. Fue su despedida de la casa que durante años limpió sin descanso. Pero no esperaba que la despedida fuera también un portazo.

“Yo no estoy pidiendo favores. Solo quiero que me reconozcan mis años de trabajo. El doctor Hernando es congresista, él sabe que eso es lo justo”, afirma.

Acudió a mecanismos legales
Asesorada por un abogado, acudió a la oficina de Trabajo para intentar una conciliación. Han enviado varias citaciones al congresista. No ha asistido a ninguna, ni ha enviado un apoderado. “Me siento ignorada, como si yo no hubiera sido nada para ellos”, dice con tristeza.

Sin liquidación, sin pensión y sin respaldo legal hasta ahora, Yolfina sigue buscando una salida. Mientras tanto, sobrevive como puede. “Yo sé que el trabajo de casa es pesado. La gente no lo valora, pero es duro. Y más cuando uno lo hace sola, como yo lo hice”, afirma.

El silencio de quien fuera su jefe no solo le duele: le pesa. “Yo estuve ahí cuando él se lanzó a la política, cuando todo iba bien. Esperaba que así como él salió adelante, también me reconociera algo por haber estado siempre”.

Hoy, espera justicia. No sabe cuánto le deben exactamente. “Eso lo dirá el abogado”, dice. Pero sabe que es más que 100 mil pesos.

Veinte años no pueden valer tan poco.

“No fui su jefe”

El congresista magdalenenses, Hernando Guida al ser consultado por la denuncia de la mujer que asegura fue su empleada doméstica durante 20 años, señaló “nunca fui su jefe”.

El representante busca desmarcarse de los señalamientos directos, bajo el argumento que con quien siempre se entendió la trabajadora fue con su esposa.

Sin embargo, aseguró que “sus prestaciones están liquidadas y en un juzgado laboral”, sin dar más detalles de lo expresado por la mujer, quien ante el Ministerio de Trabajo dijo continuará luchando por recibir el pago que se ganó con su trabajo.


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