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“Ella intentó huir, cayó herida y él la remató”: el desgarrador relato de vecinos sobre los últimos minutos de la patrullera


Testigos aseguran que todo ocurrió tan rápido y con tanta violencia que quedaron paralizados sin poder evitar la tragedia.

En Primero de Mayo aún no entienden cómo una pareja que llevaba ocho años sin escándalos terminó en una de las tragedias más brutales que recuerde el barrio. Los vecinos siguen repitiendo la frase que más los atormenta: “Pudimos hacer algo… pero fue demasiado rápido”.

El sábado, en cuestión de segundos, los gritos rompieron la calma del sector. Lo que parecía una discusión más entre Vanessa de León Pertuz y Giovanni Mauricio Duván Quintero se transformó en violencia descontrolada. Según familiares, la patrullera había decidido terminar la relación porque ya no se sentía bien. Nadie imaginó que esa decisión sería una sentencia.

“Ella intentó salir, pero cayó herida”

Un técnico que reparaba una lavadora en una casa cercana fue el primero en escuchar la desesperación.

—“La gritería era distinta… uno sabe cuándo algo está mal. Miré por la ventana y la vi salir, pero apenas dio unos pasos y se desplomó”— relató.

La patrullera, ya herida, intentó correr hacia la terraza buscando escapar. Pero no alcanzó. Cayó al piso y ahí, frente a la mirada atónita de varios habitantes, su pareja se lanzó sobre ella y la remató con repetidas puñaladas.

—“Él se le montó encima y ahí fue cuando le dio varias veces… uno queda congelado”— dijo el testigo, todavía estremecido.

La impotencia del barrio

Varios vecinos vieron la escena desde ventanas y puertas. Algunos gritaron. Uno alcanzó a tomar una piedra para lanzársela al agresor, pero retrocedió al ver que estaba solo.

—“Si hubiéramos sido varios, de pronto se hacía algo, pero uno solo contra un hombre con cuchillo… era arriesgar la vida” —explicó uno de los jóvenes.

Otros simplemente no reaccionaron. El shock fue más fuerte que el instinto.
Mientras todo ocurría, la madre del agresor gritaba desesperada al intentar auxiliar a la joven. No pudo hacer nada. La patrullera ya estaba agonizando.

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—“La señora lloraba, pero Vanessa estaba muy mal… fue cuestión de segundos”— contó otra residente que vio la escena desde la puerta de su casa.

El final del agresor: heridas y un salto al vacío

Tras apuñalar a su pareja, Giovanni Mauricio Duván se hirió el cuello con el mismo arma. Tambaleante, subió al segundo piso de la vivienda y se lanzó al vacío.

Muchos creyeron que estaba muerto, pero sobrevivió. Cuando llegaron los policías, los vecinos supieron que seguía con vida.

—“La escena parecía de película… uno queda marcado”— dijo un comerciante del sector.

Un barrio que no duerme

Desde entonces, Primero de Mayo no vuelve a ser el mismo. Los habitantes no solo quedaron con el horror de la escena, sino con una culpa que nadie sabe cómo manejar.

—“Ella cayó ahí, en la terraza… escucharla y no poder hacer nada es algo que no se olvida”— confesó el técnico que fue testigo directo.

Hoy, el barrio intenta entender por qué nadie vio señales antes. Por qué una relación que muchos consideraban normal terminó con más de 20 puñaladas. Y por qué, aun escuchando los gritos, la tragedia se impuso en cuestión de segundos.

La muerte de la patrullera Vanessa de León no solo dejó un hogar destruido. Dejó a un barrio entero atrapado entre la conmoción, el duelo y la certeza amarga de que, aunque quisieron reaccionar, la violencia fue más rápida que ellos.


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