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El tremendo lío en el que se metió la patrulla que golpeó a joven con un bolillo


La Procuraduría formuló pliego de cargos contra la patrullera Erika Judith Pérez Romero por abuso de autoridad, mientras la Fiscalía Penal Militar y Policial la investiga por lesiones personales

La patrullera Erika Judith Pérez Romero, adscrita a la Policía Metropolitana de Bogotá, enfrenta un severo proceso disciplinario tras golpear a un joven con su bolillo de dotación durante un procedimiento en la localidad de Suba.

La escena, registrada en video y difundida por redes sociales, fue clave para que la Procuraduría General de la Nación le formulara pliego de cargos por abuso de autoridad y uso excesivo de la fuerza.

Era enero. Un ciudadano se atrevió a hacer lo que hoy muchos consideran un acto de defensa civil: grabar a la autoridad. Lo hizo con su celular, a pocos metros del humedal Juan Amarillo. Lo que vino después fue brutal.

En las imágenes, la patrullera lo confronta, le exige identificarse, lo golpea en el rostro con el bolillo y lo humilla con palabras que ahora resuenan con fuerza: “A mí no me esté tomando fotografías ni nada por el estilo, vaya y tómeselas con su madre, conmigo no”.

El golpe, el grito y la frase ofensiva han levantado más que indignación pública: han encendido las alarmas institucionales. La Procuraduría evalúa no solo la desproporción del acto, sino la posible vulneración de protocolos que regulan el uso de la fuerza y la interacción con la ciudadanía.

La patrullera podría enfrentar una sanción que incluye suspensión del cargo y una fuerte multa económica.

Pero no es lo único. La Fiscalía Penal Militar y Policial también abrió una investigación por presunto delito de lesiones personales. El caso ya no es solo un asunto disciplinario, sino potencialmente penal.


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