El sur de Santa Marta bajo fuego: ‘Omar Cantina’, reconocido delincuente fue el tercer muerto de la semana 


Esta persona con antecedentes por porte ilegal de armas, fue asesinada este viernes por sicarios en moto. La comunidad teme que se trate de una limpieza social que ya ha cobrado tres vidas y dejado varios heridos en menos de una semana.


En los barrios del sur de Santa Marta, el miedo dejó de ser un rumor para convertirse en una realidad que tiene a todos atemorizados. La vida se mide con recelo y cualquier movimiento puede ser el último. Así ocurrió este viernes con Omar Enrique Alarcón, un hombre de 49 años que, según quienes lo conocían, se preparaba para jugar fútbol cuando fue sorprendido por la muerte.

Los sicarios, que ya parecen tener dominio del calendario y la zona, llegaron una vez más en moto. Sin mediar palabra descargaron su pistola sobre este sujeto conocido con el alias de ‘Omar Cantina. Fueron más de cinco disparos. No hubo oportunidad para correr, para esconderse, para gritar. Su cuerpo qued tendido, y su nombre pasó a engrosar la lista de los que, según muchos en la comunidad, «debían algo» y lo pagaron con la vida.

Lea aquí: Sin camisa y en pantaloneta, así murió Cicer: dos tiros en la cabeza acabaron su vida en El Pando

Omar había sido capturado en enero de este año en el municipio de Plato por porte ilegal de armas. Como las otras dos víctimas recientes, también se le vinculaba con casos de hurto. En este contexto, la palabra «limpieza social» cobra fuerza entre pasillos y esquinas, como una explicación silenciosa a una serie de asesinatos que tiene a los residentes viviendo en estado de alerta.

Dos jóvenes heridos 

En horas de la tarde, cinco jóvenes estaban sentados hablando en el sector de El Pando, cuando aparecieron los mismos actores sin rostro: hombres en moto, armados, decididos. Dispararon sin preguntar. Dos de los jóvenes resultaron heridos. Uno de ellos fue identificado como Santiago Patiño, alias Paco.

También: ‘El Pueblo’ tenía enemigos, y esta vez lo encontraron; una mujer resultó herida

La comunidad está atemorizada. Se encierran más temprano, vigilan a sus hijos con más cuidado y miran con desconfianza a cualquiera que pase en moto. Saben que la muerte ronda. 

Piden a gritos: no más disparos, no más sangre, no más miedo. Claman por una mayor presencia de la Policía, por operativos que detengan esta ola de violencia que cada día cobra nuevas víctimas y alimenta el rumor de que alguien está limpiando las calles… a su manera.


¿Quieres pautar

con nosotros?