El video del accidente en el que murió Emma Lucía, de tres años, se viralizó en todo el país. Mientras enfrenta el dolor más grande de su vida, su padre, Andrés Rincón, ha debido soportar una oleada de críticas y señalamientos que lo acusan de ser el responsable de la tragedia.

El nombre de Andrés Rincón quedó marcado en cuestión de segundos, los mismos que tardó en viralizarse el video del accidente que acabó con la vida de su hija Emma Lucía, en Aguachica, César. En las imágenes, captadas por una cámara de seguridad, se ve cómo la moto que conducía choca de frente contra un camión estacionado. La niña, que viajaba sobre el tanque, sale despedida y muere en el acto.

La escena más dolorosa llega después: el hombre levanta del suelo a su hija, incrédulo, como si lo que pasaba fuera una pesadilla. Ese instante, que refleja el dolor de un padre, hoy se convirtió también en la prueba que muchos usan para condenarlo.

El peso de las críticas

Las redes sociales se llenaron de mensajes de rechazo. Lo acusan de irresponsable, de imprudente, de ser el culpable de la tragedia. Los comentarios no distinguen su dolor. “Me duele y me dolerá toda la vida. Nadie sabe lo que daba por mi hija”, respondió entre lágrimas Andrés, consciente de que su error fue fatal, pero devastado por la manera en que el país lo está señalando.

En medio de su duelo, ha tenido que leer y escuchar cómo desconocidos lo juzgan sin piedad, mientras él intenta entender cómo perdió a la niña que era su motor. “Yo sé que me equivoqué, pero nadie sabe lo que estoy viviendo”, dijo, con la voz quebrada.

De padre ejemplar a señalado

Para quienes lo conocían en Aguachica, Andrés era un padre dedicado. Vecinos y amigos aseguran que siempre estaba con Emma: la llevaba al colegio, jugaba con ella en las tardes y la consentía. “Era su vida, no se despegaba de ella”, contó un allegado.

Pero el video y la tragedia cambiaron todo. Hoy es visto como el hombre que no protegió a su hija, el que la montó en el tanque de la moto y terminó arrebatándole la vida.

El dolor compartido

La madre de la niña, Alejandra Martínez, también ha pedido respeto en medio del dolor. “Mi hija era mi luz, mi corazón. Hoy lo único que pedimos es fuerza para soportar esta ausencia”, expresó, reclamando que, en lugar de juicios, acompañen a la familia en el duelo.

Una pesadilla sin fin

Desde ese día, Andrés Rincón vive una pesadilla: la de haber perdido a su hija y la de cargar con el señalamiento público. La imagen de Emma cayendo al suelo y el momento en que intentó reanimarla lo persiguen, mientras las redes no cesan de recordarle su error.

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“Nadie sabe lo que daba por mi hija”, insiste. Y aunque lo repite una y otra vez, las críticas no paran. Su dolor es hoy doble: la pérdida de Emma y el juicio de un país entero que lo condena en medio de su tragedia.