El hombre más inteligente del mundo asegura que Dios existe: “Jesucristo es la verdad”
YoungHoon Kim, surcoreano con un coeficiente intelectual de 276, generó un terremoto en redes sociales al proclamar públicamente su fe cristiana y afirmar que la Biblia es una verdad absoluta e inmutable.
El mundo digital se sacudió con una declaración inesperada. YoungHoon Kim, el surcoreano reconocido como el ser humano con el coeficiente intelectual más alto del planeta, sorprendió a millones al proclamar abiertamente su fe en Jesucristo.
El hombre al que la ciencia ha elevado como una mente sin precedentes con un asombroso IQ de 276, validado por organizaciones como Mensa, GIGA y Mega Society decidió hablar no de física cuántica ni de teorías cognitivas, sino de Dios.
“Creo que Jesucristo es Dios, el camino, la verdad y la vida”, escribió en su cuenta oficial de X.
Una frase corta, pero suficiente para encender el debate en todo el mundo. Desde entonces, Kim ha compartido una serie de publicaciones donde sostiene que la Biblia es “perfecta y eterna” y “la palabra final de Dios que no debe ser modificada bajo ningún motivo”.
Una mente brillante con fe
Aunque la noticia fue recibida con entusiasmo por millones de creyentes y líderes religiosos, otros sectores reaccionaron con críticas feroces. Científicos, académicos y activistas laicos acusaron a Kim de instrumentalizar su prestigio intelectual para “validar creencias sin evidencia científica”.
Pero lejos de retractarse, el también neurocientífico publicó un video de dos minutosque ya supera los tres millones de visualizaciones donde responde con serenidad a sus detractores. En el clip, explica por qué, desde su perspectiva racional y espiritual, cree que Jesús es Dios. Habla de revelación, propósito, verdad. Y asegura que su fe no choca con su formación científica, sino que la completa.
Fe y ciencia: ¿enemigas o aliadas?
YoungHoon Kim no solo domina campos como la neurociencia, las matemáticas avanzadas y la programación cognitiva; también ha estudiado teología en la Universidad de Yonsei. Desde hace años, asegura, ha trabajado en entender cómo los modelos científicos del conocimiento pueden dialogar con la experiencia espiritual.
“Quiero mostrar que la ciencia y la fe no se contradicen. El universo revela un diseño. Y yo, como científico, lo reconozco”, expresó en una de sus publicaciones más compartidas.
Sin embargo, sus palabras siguen dividiendo opiniones. Algunos lo ven como un genio iluminado que, luego de alcanzar las cimas de la razón, encontró a Dios. Otros, como un intelectual desvirtuado por creencias que consideran incompatibles con la lógica científica.
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