La joven no tenía enemigos ni antecedentes, pero su relación con un presunto miembro de Los Pachenca la habría convertido en un blanco. La Policía investiga si su asesinato es parte de una vendetta criminal.
La violencia en Santa Marta sigue dejando historias de dolor e incertidumbre. En esta ocasión, el foco está sobre la muerte de Deidis Zúñiga Vives, una joven administradora de 27 años que, sin enemigos aparentes ni problemas conocidos, fue asesinada la noche del 8 de marzo.
Su familia aún no encuentra respuestas, pero las autoridades barajan una inquietante hipótesis: una venganza en su contra por la relación que mantenía con Reynel Llinás Escorcia, alias ‘Saya’, un presunto miembro de Los Pachenca recluido en la cárcel Rodrigo de Bastidas.
Un hombre con historial criminal
Reynel Llinás Escorcia, de 31 años, fue capturado en febrero de 2024 en el barrio María Eugenia, al sur de Santa Marta, durante un operativo liderado por la Sijín de la Policía.
En la diligencia de allanamiento, los uniformados encontraron una pistola marca Jericó con su proveedor y varios cartuchos, además de 26 gramos de marihuana y 84 gramos de base de coca.
Las autoridades lo vincularon con Los Pachenca, una organización criminal con fuerte presencia en la región.
A pesar de estar tras las rejas, ‘Saya’ no ha dejado de ser protagonista de la violencia. El lunes posterior al asesinato de Deidis, se vio involucrado en una riña dentro del penal, donde varios reclusos se enfrentaron con armas blancas. Hubo dos personas heridas que tuvieron que ser llevadas al hospital departamental.
Una muerte rodeada de interrogantes
El asesinato de Deidis ha generado una investigación compleja. Los investigadores buscan determinar si su muerte fue una represalia contra ‘Saya’, su pareja sentimental.
La joven era conocida por su trabajo en el estadero La Favela en el barrio San Pablo y no tenía antecedentes ni conflictos que justificaran un ataque en su contra. De hecho era una mujer activa en las redes sociales.
La posibilidad de que la violencia del crimen organizado haya alcanzado a Deidis por su cercanía con un hombre vinculado a estructuras ilegales es un tema que preocupa a las autoridades y a su círculo cercano.
Su familia sigue buscando respuestas, tratando de entender por qué alguien decidió arrebatarle la vida a una mujer que, según sus allegados, solo se dedicaba a su trabajo, a su hogar y sus hijos.
El rastro de la violencia en la ciudad
El caso de Deidis Zúñiga Vives es un reflejo del impacto que está teniendo el crimen organizado en Santa Marta.
La presunta venganza contra ella, sumada a la participación de ‘Saya’ en hechos violentos dentro de la cárcel, son señales de que las dinámicas criminales no se detienen ni siquiera con sus principales actores tras las rejas.
Las autoridades siguen investigando si el homicidio de Deidis está directamente relacionado con los conflictos de su pareja o si hay otros móviles detrás del crimen. Lo único claro es que, en medio de la incertidumbre y el miedo, su familia clama justicia y llora su trágica muerte.