Con una inversión de 960 millones de pesos, esta obra beneficiará a más de 300 habitantes que, hasta hoy, debían arriesgarse a cruzar el río Gaira sin las condiciones adecuadas. La comunidad recibió al mandatario con gran alegría, celebrando el fin de años de espera y el comienzo de un cambio que transformará sus vidas.
Por años, los habitantes de Villa Leidy se enfrentaron a una lucha diaria contra la inseguridad y la falta de infraestructura. Con cada día que pasaba, los riesgos aumentaban: niños, jóvenes y adultos cruzaban el río Gaira por improvisados puentes artesanales que, a pesar de los esfuerzos comunitarios, no garantizaban condiciones mínimas de seguridad.
Los padres temían cada vez que sus hijos salían de casa, y los vecinos soñaban con un puente seguro, uno que les permitiera conectar sus vidas sin el temor de un accidente.
Este jueves, ese sueño comenzó a materializarse cuando el alcalde Carlos Pinedo Cuello llegó a la comunidad con la camiseta 10 y el compromiso cumplido.
Frente a los residentes, que lo recibieron entre aplausos y emociones contenidas, el alcalde anunció oficialmente el inicio de la construcción del puente peatonal que por tanto tiempo esperaron. “Este puente es más que una construcción. Es la promesa de un futuro mejor para esta comunidad”, declaró el mandatario.
La esperanza renace
El camino hacia este momento no fue fácil. La comunidad de Villa Leidy no solo vivió el olvido de administraciones anteriores, sino que tuvo que recurrir a rifas y colaboración entre vecinos para construir un puente provisional, sabiendo que esa no era la solución que merecían.
La líder comunitaria Yudis María Rada Cantillo recordó con emoción los esfuerzos de su barrio: “Nos tocó unirnos y levantar un puente nosotros mismos, pero también el río lo arrastró. Hoy sentimos que al fin alguien nos escuchó”.
Para el alcalde Pinedo, este proyecto representa el cumplimiento de una deuda histórica y la reafirmación de una visión de ciudad en la que todos los sectores puedan prosperar.
Con una inversión de 960 millones de pesos, el nuevo puente beneficiará a más de 300 habitantes de la zona, brindándoles una infraestructura segura que mejorará no solo la movilidad, sino también la tranquilidad de sus familias.
Obra que transforma vidas
Con un plan integral y una visión a largo plazo, el equipo de infraestructura de la Alcaldía y la Empresa de Desarrollo Urbano de Santa Marta (EDUS) trabajaron para que el proyecto no solo cumpliera con altos estándares de seguridad, sino que fuera accesible y sostenible en el tiempo.
“Desde el primer día, el alcalde nos ha impulsado a trabajar en proyectos que realmente transformen la vida de los samarios. Este puente es un símbolo de esa misión”, afirmó el gerente de infraestructura, Luis Felipe Gutiérrez, quien destacó la importancia de la planificación y el compromiso social detrás de cada obra.
La voz de la comunidad y un futuro mejor
Diego García, edil de la Localidad 3, fue testigo del impacto que el anuncio tuvo en los vecinos de Villa Leidy. “Después de años de tocar puertas y esperar respuestas, hoy tenemos una verdadera esperanza. Este puente es un triunfo de la comunidad y del compromiso de la administración actual”, dijo emocionado.
Para los habitantes de Villa Leidy, esta obra es el inicio de un cambio que va más allá de la infraestructura; es la apertura de nuevas oportunidades, la posibilidad de cruzar el río con la certeza de un paso seguro y el alivio de saber que sus hijos podrán asistir a la escuela sin riesgo.
Un símbolo de progreso
En una ciudad que aún enfrenta desafíos de infraestructura, este puente peatonal es mucho más que una construcción. Es un símbolo de progreso y un testimonio de que cuando una comunidad y su gobierno trabajan juntos, los sueños se convierten en realidad.
Para Santa Marta, representa un paso hacia la construcción de una ciudad más inclusiva, donde cada barrio tenga las oportunidades de desarrollarse y cada ciudadano pueda vivir con dignidad y seguridad.
Villa Leidy ahora celebra el inicio de una obra que esperaron por años, una obra que no solo transformará la movilidad, sino también la vida de cada persona que cruza ese río. Hoy, el compromiso de construir un puente se ha cumplido, y con él, la promesa de un futuro mejor para todos.
