Un día después de que un grupo armado publicara un video anunciando una ataques armados en varios barrios de Santa Marta, dos jóvenes fueron baleados en Pescaíto. La comunidad teme que los ataques sean el inicio de una serie de atentados contra más de cien personas señaladas por la organización criminal.

En Pescaíto, norte de Santa Marta, la alerta dejó de ser rumor: este miércoles hubo dos ataques a bala en plena calle, horas después del video en el que un grupo armado amenazó con ejecutar una “limpieza social” en distintos barrios de la ciudad.

El ambiente cambió desde el martes en la tarde, cuando circuló la grabación de un grupo de encapuchados, armados con fusiles, autodenominados “Los Aborrecidos de la Vida”, que leyó una lista de más de cien personas y advirtió que tenían 24 horas para abandonar Santa Marta o serían asesinadas. Entre los barrios mencionados estaba Pescaíto.
Este miércoles, las amenazas habrían empezado a materializarse.

Primer atentado

En la calle 5 con carrera Quinta, hombres en moto dispararon contra Yeferson García, quien conversaba con varias personas cerca de la tienda Piso Alto.
Quedó gravemente herido y fue trasladado a un centro asistencial donde permanece en condición crítica.

Segundo atentado

A las 2:00 p.m., otros sicarios llegaron al sector de La Ensenada, calle 1 con carrera 9, y atacaron a José Mendoza Manjarrez, un mecánico del sector. Intentó correr al ver a los presuntos sicarios, pero fue impactado por varios balazos. También fue llevado de urgencia a un hospital.

Los dos ataques ocurrieron con la misma modalidad: sicarios en moto, disparos a quemarropa y fuga inmediata.

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En las calles de Pescaíto el comentario es uno solo: las amenazas se volvieron hechos. Habitantes temen que estos dos atentados sean apenas los primeros, y que el grupo armado esté comenzando a ejecutar su advertencia contra los jóvenes que menciona el video.

Varios vecinos aseguran que hay muchachos que ya se fueron del barrio por miedo. Otros no han salido a trabajar. La tensión es evidente.

Autoridades investigan, pero no hay capturas