Docente asesinada por su esposo tras terminar la relación: la lanzó al río y fingió buscarla


La profesora querida por sus estudiantes, fue asesinada por su esposo, quien fingió buscarla tras haber arrojado su cuerpo a un río.

Las historias se repiten como una maldición. Mujeres asesinadas por haber tomado la decisión de marcharse. Mujeres que amaron, que educaron, que soñaron… y que terminaron envueltas en bolsas, arrastradas por motocicletas o tiradas en una cama sin vida. Esta vez, fue Edilma Rosa Guzmán, docente de vocación, asesinada por el hombre que alguna vez dijo amarla.

El crimen ocurrió en el municipio de Puerto Libertador, Córdoba. Edilma había decidido terminar su relación. Su esposo no lo aceptó. No pudo. No quiso. Prefirió matarla antes que verla libre.

Después de quitarle la vida, metió su cuerpo en una bolsa, lo subió a una moto y lo lanzó al río. Luego, como si no hubiese sido él, se unió a la búsqueda, fingió angustia y hasta pidió ayuda. Caminó al lado de los familiares, fue consolado por amigos y se mostró solidario con quienes lloraban la ausencia de Edilma.

Pero la verdad se abrió paso. Capturado por las autoridades, confesó. “Si no era para mí, no sería para nadie”, dijo, como si se tratara de una explicación. Como si matar pudiera tener justificación.

El cuerpo de Edilma fue hallado varios días después, mientras sus compañeros de trabajo, estudiantes y familiares todavía conservaban la esperanza de encontrarla con vida. La noticia cayó como un golpe seco. En el colegio donde enseñaba, en el aula sus estudiantes están tristes y no pueden creer como hicieron desaparecer a su maestra.

Sus compañeros la recuerdan como una maestra entregada, querida, respetada. Su vocación no era solo enseñar, sino cuidar, guiar, formar.

Edilma Rosa Guzmán se convirtió en una víctima más de un país donde ser mujer y decidir ya es motivo para morir. Su nombre se suma a la lista interminable de mujeres asesinadas por quienes no aceptan un «no» como respuesta.

El feminicida está judicializado. Pero la justicia verdadera será cuando el país deje de contar crímenes como el de Edilma como si fueran parte del paisaje. Porque no lo son. Porque no pueden seguir siéndolo.


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