El hombre fue asesinado a tiros en Montelíbano, Córdoba, mientras caminaba con su sobrino. El niño, en medio del llanto, suplicaba que despertara. La escena conmovió a toda una comunidad harta de la violencia y del silencio de las autoridades.

“Despierta, por favor, no me dejes solo”. Las súplicas desesperadas de un niño de 12 años se escuchaban con fuerza entre las calles del barrio Porvenir, sector El 50, en Montelíbano, Córdoba. A pocos metros del asfalto yacía su tío, Aniilson David Navaja Peregrino, de 30 años, asesinado a tiros frente a él.

La víctima caminaba con el menor cuando fue interceptado por sicarios en moto. Le dispararon directamente en la cabeza y huyeron sin dejar rastro. Mientras el cuerpo quedaba inmóvil sobre la vía, el niño se arrodilló, lo abrazó y empezó a gritar para que reaccionara. “No te mueras, despierta”, repetía una y otra vez. Su voz, desgarradora, se escuchó a varias cuadras.

Dolor, impotencia y silencio

La escena fue presenciada por decenas de vecinos. Algunos intentaron consolar al menor, otros no podían contener las lágrimas. “Ese niño quedó destruido, no paraba de llorar. Fue muy duro verlo así”, dijo una mujer que llegó poco después del crimen.

A pesar de que el homicidio ocurrió a plena luz del día y en una zona transitada, hasta ahora no hay pronunciamientos oficiales por parte de las autoridades. No se conocen hipótesis, no hay reportes de capturas ni comunicados. Solo el silencio institucional y la rabia de una comunidad que se siente sola ante la violencia.