Habitantes hacen un llamado urgente al Gobierno Nacional y a la Gobernación del Magdalena para recibir ayuda.
Aproximadamente 150 familias en el municipio de Salamina y sus veredas se enfrentan a una crisis tras el desbordamiento del río Magdalena, exacerbado por el fenómeno de ‘La Niña’.
Los habitantes, desesperados por la situación, claman por ayuda inmediata de la Gobernación del Magdalena y del Gobierno Nacional para mitigar las pérdidas.
El fenómeno natural ha devastado extensas áreas de cultivos de yuca, maíz y otros productos agrícolas esenciales para la subsistencia de las familias afectadas.
Edwin Pabón Caraballo, alcalde de Salamina, ha llevado su solicitud de ayuda a las máximas instancias gubernamentales a través de un video difundido en redes sociales.
En el video, Pabón Caraballo muestra la magnitud de los daños y lanza un llamado urgente al gobernador Rafael Martínez, al Ministerio de Agricultura y al presidente Gustavo Petro.
«Miren, una yuca que le faltaba aproximadamente un mes para el mercado, así se perdieron más de 100 hectáreas de yuca. ¡Qué lástima! Señor presidente, señor gobernador, necesitamos de su ayuda, de su apoyo. Los campesinos solos no pueden», expresó el alcalde, visiblemente afectado.
Además, relató su recorrido por las islas de La Candelaria, donde observó de primera mano cómo el río destruyó los esfuerzos y sueños de los campesinos y ganaderos locales.
Hilario Acosta, uno de los muchos afectados, describió la desesperación que viven las familias del municipio: «Lo hemos perdido todo. El agua acabó con nuestras siembras de yuca, el único sustento de la familia. Trabajamos sol a sol con la esperanza de sacar una buena cosecha y hoy esta cantidad de agua nos hizo perder todo».
A pesar de la gravedad de la situación y de los llamados de auxilio, hasta el momento no ha habido respuesta por parte del gobernador del Magdalena ni del presidente Gustavo Petro.
La comunidad espera con ansiedad una pronta intervención que les permita superar esta crisis y recuperar sus medios de vida.
Los pobladores de Salamina y sus veredas continúan en la incertidumbre, confiando en que la atención mediática y la presión social logren movilizar a las autoridades para brindar la asistencia necesaria y evitar mayores sufrimientos.