Cinco camiones de bebidas han sido incinerados en la última semana. La ofensiva del Frente Urbano Camilo Torres Restrepo afecta directamente a bares, restaurantes y supermercados de la capital nortesantandereana.

El consumo de cerveza en Cúcuta quedó en jaque. En la última semana, cinco camiones distribuidores fueron incinerados en diferentes puntos del área metropolitana, en hechos que las autoridades atribuyen al ELN. La ofensiva violenta ha generado un desabastecimiento que golpea a bares, restaurantes, tiendas y supermercados de la zona de frontera.

Según la Segunda División del Ejército Nacional, el Frente de Guerra Urbano Nacional Camilo Torres Restrepo estaría detrás de la quema de los vehículos, como represalia a la negativa de empresarios de pagar millonarias sumas de dinero por concepto de extorsión. La medida de presión, explican las autoridades, busca doblegar a las compañías distribuidoras de bebidas gaseosas y cervezas.

La Asociación de Bares de Cúcuta (Asobares) confirmó que la situación ya se siente en los negocios nocturnos, donde las reservas de cerveza se agotaron y los pedidos quedaron suspendidos hasta nuevo aviso. “Es un golpe directo a la economía local y a un sector que depende del suministro constante”, advirtió uno de sus voceros.

Los ataques se han registrado mientras los camiones adelantaban su ruta de distribución en la ciudad. En algunos casos, hombres armados interceptaron los vehículos, obligaron a descender a los conductores y luego les prendieron fuego. Las imágenes de los automotores en cenizas se han convertido en símbolo del temor que viven los empresarios del sector.

Aunque el Ejército y la Policía refuerzan su presencia en corredores estratégicos, la extorsión del ELN mantiene en riesgo el abastecimiento de cerveza en Cúcuta. La amenaza persiste, y con ella, la incertidumbre de los comerciantes que advierten que el consumo podría paralizarse totalmente si no se logra contener la ofensiva guerrillera.