
Cuatro crímenes, ninguna captura: a joven de 17 años lo sacan a la fuerza de su casa y lo matan en una trocha
Santa Marta vivió una de las jornadas más sangrientas del año con cuatro homicidios en menos de 24 horas. La última víctima fue un joven de 17 años que fue sacado de su casa frente a su familia y ejecutado a tiros. Ninguno de los crímenes dejó capturas.
Lo sacaron de su casa a la fuerza y lo mataron como si nada. Briwer Bolaños, de 17 años, fue la última víctima de una jornada criminal que dejó cuatro muertos en Santa Marta entre la noche del 30 de junio y el transcurrir del 1 de julio. El joven fue arrancado de su hogar en Ciudad Equidad frente a los ojos de varios familiares, y horas después apareció asesinado en una trocha cercana al Sena Agropecuario.
Tenía cuatro disparos: dos en el abdomen y dos en la cabeza. El cuerpo fue hallado por personas que transitaban la zona y dieron aviso a las autoridades. Pero como ha pasado con otros crímenes recientes, nadie fue capturado.
En ninguno de los cuatro homicidios ocurridos en ese lapso hay resultados. Los sicarios dispararon y se marcharon sin que nadie los detuviera.
Acababa de volver a la ciudad
Briwer acababa de regresar de Medellín. Había vuelto a Santa Marta y estaba buscando trabajo, según dijo la familia a las autoridades. Pero lo que encontró fue una ciudad dominada por el crimen, donde se mata sin consecuencias.
Según relataron sus familiares, todo ocurrió en cuestión de minutos. Varios hombres llegaron a su vivienda, irrumpió violentamente y se lo llevaron sin explicación. No hubo tiempo de pedir ayuda. No hubo nadie que los detuviera.
La escena final fue aún más desgarradora. El cadáver de Briwer, abandonado entre la maleza, fue levantado por el CTI de la Fiscalía. Fue trasladado a Medicina Legal, donde su familia tuvo que reconocerlo.
Los otros tres asesinatos cometidos en ese mismo lapso siguen igual de impunes. La Policía Metropolitana no ha informado capturas ni avances en las investigaciones. El patrón se repite: el sicariato actúa sin freno, los crímenes aumentan y las respuestas son mínimas.
Santa Marta vivió una jornada de horror, pero para muchos habitantes eso ya no es noticia. Es rutina. En sectores como Ciudad Equidad, el silencio de las autoridades es tan peligroso como las balas.
Cuatro vidas apagadas en un solo día. Una ciudad sin respuestas. Y una familia más, marcada para siempre por el dolor.
PAUTE
AQUÍ
420 px x 450 px
INFO AQUÍ
