Cuarta víctima en 36 horas: joven asesinado a tiros en Bonda deja otra familia devastada


Lo mataron a tiros este sábado cerca del río Bonda. Es la cuarta víctima en menos de 36 horas en Santa Marta. Los ciudadanos temen que se haya desatado una limpieza social en la ciudad. Para su familia, más allá de cualquier error, era un ser querido al que le arrebataron la vida sin piedad.

A Steven Concha le quitaron la vida este sábado a plena luz del día. Tenía 28 años. Caminaba por un sendero de tierra cerca de la Cascadita del río Bonda, donde vivía, cuando dos hombres en moto lo interceptaron y le dispararon varias veces. El cuerpo quedó tendido en medio del camino. No hubo oportunidad de auxilio. No hubo advertencia.

Lo que vino después fue la escena más dura. Su madre, sus hermanos y su padre llegaron al lugar apenas se enteraron. Lo reconocieron de inmediato. Gritos, lamentos, impotencia. El cuerpo de Steven seguía allí, mientras su familia se derrumbaba frente a la tragedia. No hubo consuelo. Solo dolor.

Steven es la cuarta víctima de homicidio en Santa Marta en menos de 36 horas. Las autoridades investigan si estos crímenes tienen un patrón: todos los muertos, incluido él, habían sido advertidos por comportamientos problemáticos relacionados con hurtos, consumo de drogas o conflictos con la comunidad. La hipótesis que para algunos toma fuerza es la de una limpieza social.

Sin embargo, para su familia nada justifica lo ocurrido. “Nadie tenía derecho a matarlo así”, dijo un amigo. En casa lo conocían distinto: un hermano, un hijo, un ser humano que aún respiraba, que aún podía cambiar.

La muerte de Steven no es solo una estadística más. Es un nuevo capítulo en la ola de violencia que se desató nuevamente en Santa Marta, donde cada víctima deja una familia rota, un hogar en silencio y una pregunta sin respuesta: ¿quién decide quién debe morir?


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