La ciudad vive horas de máxima alerta. Tras el video de un grupo armado anunciando limpieza social, apareció un manuscrito que repite amenazas, aunque aún no se sabe si pertenece al mismo grupo o si alguien está aprovechando el miedo para sembrar más pánico.

La tensión en Santa Marta subió otro escalón. Aún no se apaga el impacto del video donde un grupo armado leyó una lista de más de 100 jóvenes declarados “objetivo militar”, cuando comenzó a circular un panfleto escrito a mano que remata el miedo con un mensaje brutal: “Ya empezó la cacería hp, plomo hp ratas. Att: los aborrecidos de la vida.”

El papel que circula aparece tirado en un piso y reenviado por redes sociales en cuestión de minutos. Pero lo más inquietante es que nadie sabe si proviene del mismo grupo que grabó el video o si es obra de alguien que aprovechó la tensión para inflarla todavía más.

Y eso es precisamente lo que tiene a los barrios en alerta: la mezcla explosiva entre una amenaza real en video y un panfleto anónimo que puede ser la confirmación… o una provocación adicional.

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En los barrios los jóvenes no salieron igual de sus casas. En sectores como Pescaíto, Pando, Cristo Rey, Gaira y la Avenida del Río, las familias pasaron el día mirando cada moto que pasaba, preguntándose quién está detrás de estas amenazas.

“Uno ya no sabe qué creer. Si es el mismo grupo o si es un vivo buscando meter más miedo”, dice un morador. Pero, independientemente del origen, el efecto es el mismo: zozobra total.

Las autoridades no han precisado si están conectados ambos hechos ni han identificado al autor del documento.

Mientras tanto, la ciudad queda atrapada entre una amenaza confirmada en video, un panfleto que explota la incertidumbre y un ambiente de miedo que se multiplica sin control.

Santa Marta está en un punto crítico: o las autoridades aclaran quién está detrás de estas intimidaciones o la tensión seguirá creciendo en barrios.