Cuatro personas resultaron heridas luego de que un hombre arremetiera con su vehículo contra una multitud durante el desfile del Liverpool por su título en la Premier League. Las autoridades investigan los motivos del ataque.

Lo que debía ser una jornada de alegría colectiva para la ciudad de Liverpool se convirtió en caos y desconcierto. En pleno desfile de celebración por el título número 20 de la Premier League, un hombre de 53 años embistió con su vehículo a un grupo de aficionados que participaban en la caravana del equipo.

El incidente ocurrió este lunes en Water Street, una de las principales vías del centro de la ciudad por donde transitaba el desfile. Cuatro personas resultaron heridas como consecuencia del atropello. Según confirmó la Policía de Merseyside, el atacante es un hombre blanco, residente local, que fue detenido inmediatamente en el lugar de los hechos.

Aunque se encuentra bajo custodia, las autoridades aún no han revelado los motivos del acto. La policía ha solicitado a la ciudadanía abstenerse de emitir juicios o especulaciones, ya que no se ha determinado si se trató de un hecho intencional, un accidente o una acción relacionada con el consumo de sustancias.

El primer ministro británico, Keir Starmer, calificó el ataque como “espantoso” y expresó su solidaridad con las víctimas. “Mis pensamientos están con los heridos o afectados”, escribió en un comunicado oficial.

Por su parte, el Liverpool FC también se pronunció a través de su cuenta institucional. “Estamos en contacto directo con la Policía en relación con el incidente ocurrido al final del desfile de trofeos de esta tarde. Seguiremos ofreciendo nuestro apoyo a los servicios de emergencia y a las autoridades locales. Enviamos nuestros pensamientos y oraciones a quienes se han visto afectados”, manifestó el club.

Mientras los heridos reciben atención médica, el ambiente de euforia que reinaba en la ciudad ha sido sustituido por la preocupación. Las autoridades continúan recopilando información para esclarecer qué llevó al conductor a irrumpir en una celebración que hasta ese momento simbolizaba unidad, orgullo y alegría para miles de aficionados.