Según la iniciativa, el dinero recaudado se utilizaría en contratación de salvavidas, agentes de tránsito adicionales, el alojamiento de policías, mejoras en la infraestructura vial, entre otras más.
Una propuesta innovadora pero polémica ha surgido en el Concejo de Santa Marta, que plantea la creación de peajes turísticos para recaudar fondos destinados a mejorar la imagen, atención y seguridad para los visitantes de la ciudad.
La iniciativa, promovida por el concejal Juan Carlos Palacio, ha generado un debate entre sus colegas y la comunidad samaria debido a sus posibles implicaciones para el turismo, principal motor económico de la capital del Magdalena.
El concejal Palacio defendió su propuesta asegurando que, aunque impopular, los peajes turísticos serían una excelente fuente de financiación para la ciudad.
“Mi idea es que los vehículos foráneos paguen entre 2 mil y 3 mil pesos al entrar a Santa Marta durante los periodos de mayor afluencia turística, como puentes festivos y temporadas vacacionales”, explicó.
Para sustentar su planteamiento, Palacio citó el caso de la Isla de San Andrés, donde los visitantes deben pagar un impuesto de 137 mil pesos denominado «tarjeta de turismo».
En qué consiste la propuesta
La propuesta, detalló el concejal, implica la instalación de dos peajes estratégicos en las entradas y salidas de la ciudad.
Estos peajes, aseguró, no afectarían de manera significativa a los turistas, pero permitirían a Santa Marta generar ingresos destinados a la contratación de salvavidas, agentes de tránsito adicionales, el alojamiento de policías durante temporadas de alta demanda, mejoras en la infraestructura vial que conduce a balnearios populares y otras inversiones en el área del turismo.
juan Carlos Palacio destacó que la carga de vehículos durante los periodos vacacionales deteriora las vías y genera un costo para la ciudad que podría compensarse con el pequeño aporte que propone.
“El turismo es nuestra principal fuente de ingresos, pero también representa gastos altos para la ciudad. Este impuesto de menor cuantía ayudaría a equilibrar esos costos, y lo recaudado tendría una destinación específica para el desarrollo turístico”, agregó.
El concejal también recordó que el Parque Tayrona, uno de los destinos más visitados de la región, cobra tarifas elevadas por el acceso a sus playas y reservas, ingresos que no le dejan nada a la ciudad.
“En el último puente festivo, entraron a Santa Marta 80 mil carros y 400 buses con excursiones. Si todos hubieran aportado ese pequeño monto, habría sido una suma considerable para invertir en mejorar la experiencia turística”, enfatizó.
Opiniones divididas
La propuesta ha generado opiniones encontradas dentro del Concejo. Algunos concejales apoyaron la idea, considerando que los fondos adicionales serían beneficiosos para el mejoramiento de los servicios turísticos de Santa Marta. Sin embargo, otros expresaron su preocupación de que esta medida pudiera disuadir a los visitantes, afectando negativamente al sector.
El concejal Wiston Vargas, uno de los opositores, manifestó su desacuerdo argumentando que la ciudad aún enfrenta problemas estructurales que deben resolverse antes de imponer nuevas cargas a los turistas. “No estoy de acuerdo con aumentar los costos al turismo en la ciudad. Tenemos que corregir los problemas del agua y el alcantarillado antes de pensar en cobrar más. No podemos actuar como si Santa Marta estuviera impecable, además de que ya existen costos elevados para acceder a lugares como el Parque Tayrona”, criticó.
La viabilidad del proyecto
A pesar de la controversia, el secretario de Movilidad de Santa Marta, Fidel Castro Tapia, se mostró abierto a analizar la propuesta. Consideró que la idea podría tener potencial, pero que requiere un estudio detallado para determinar su viabilidad.
En ese sentido precisó que se trata de una alternativa interesante, pero que es necesaria una evaluación técnica y económica que deberá ser socializada con el alcalde y otras autoridades regionales y nacionales.
El debate sobre la implementación de los peajes turísticos continúa, mientras el Concejo de Santa Marta discute las posibles implicaciones para el futuro del turismo en la ciudad.
Lo que está claro es que cualquier decisión que se tome deberá equilibrar la necesidad de recaudar fondos para mejorar los servicios sin afectar la afluencia de turistas, un pilar fundamental para la economía local.
