Comunidades mantienen bloqueado acceso al Parque Tayrona exigiendo participación en decisiones ambientales


Por segundo día consecutivo, la emblemática reserva natural permanece cerrado por una protesta de líderes indígenas y sociales de la Troncal del Caribe. Los manifestantes bloquean el acceso a la reserva natural y la vía entre Magdalena y La Guajira, exigiendo inclusión en el Plan de Ordenamiento Ecoturístico (POE).

La vía nacional que conecta al departamento del Magdalena con La Guajira, una de las más transitadas del norte del país, amaneció nuevamente paralizada. El ingreso al Parque Nacional Natural Tayrona está cerrado. Nadie entra. Nadie sale. La protesta, liderada por comunidades indígenas y voceros de la Troncal del Caribe, ha generado un caos de movilidad, afectando a cientos de turistas, viajeros, transportadores y habitantes de la región.

“Hasta que no venga la ministra de Ambiente, no se permitirá la entrada de nadie”, es la consigna que repiten los líderes del bloqueo, quienes reclaman su derecho a participar en la construcción del nuevo Plan de Ordenamiento Ecoturístico del parque, uno de los destinos naturales más importantes del país.

Un reclamo por el territorio
Los voceros de la manifestación denuncian que el proceso de ordenamiento turístico se ha hecho de espaldas a las comunidades que habitan históricamente esta zona, incluyendo pueblos indígenas, campesinos y líderes de corregimientos y veredas de la Troncal.

“El territorio es nuestro. Hemos vivido aquí por generaciones y cuidamos esta tierra. No nos pueden excluir de las decisiones sobre su manejo y aprovechamiento”, expresaron desde uno de los puntos de bloqueo.

El cierre ha sido total: no se permite el ingreso de turistas ni de funcionarios del parque. La operación hotelera en la zona ha quedado paralizada y las agencias de turismo reportan cancelaciones masivas. Las imágenes de largas filas de vehículos varados en plena vía nacional se han viralizado en redes sociales, evidenciando la magnitud del impacto.

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Una protesta que paraliza la región
El bloqueo no solo afecta el acceso al parque, sino la conectividad entre dos departamentos claves para el turismo y la economía del Caribe colombiano. Transportadores denuncian pérdidas millonarias por la imposibilidad de movilizar carga y pasajeros entre Santa Marta, Riohacha y otros municipios del norte.

Las autoridades locales han intentado establecer diálogos, pero los líderes insisten en que solo negociarán con presencia del alto Gobierno. La exigencia concreta es que la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, se traslade hasta la zona para escuchar las demandas y garantizar la inclusión efectiva de las comunidades en el POE.

Tensión en aumento y turistas frustrados
A medida que pasan las horas, la tensión aumenta. Los viajeros varados, en su mayoría turistas nacionales y extranjeros, expresan frustración por la falta de información y alternativas.

El cierre también golpea a los trabajadores del parque y a pequeños comerciantes de la zona que dependen del flujo turístico. “No estamos en contra del turismo, pero queremos un turismo justo, que nos tenga en cuenta y respete nuestra voz”, aclaran los manifestantes.

El contexto del conflicto
El Plan de Ordenamiento Ecoturístico del Parque Tayrona busca reorganizar el uso del territorio, establecer límites de carga turística, definir zonas de conservación y actividades permitidas, y garantizar la sostenibilidad ambiental del parque. Sin embargo, para las comunidades locales, este proceso ha sido excluyente.

El Tayrona no solo es un atractivo natural. Es un espacio ancestral y sagrado para pueblos como los koguis, wiwas, arhuacos y kankuamos, así como un territorio de vida para campesinos y pobladores de la Troncal del Caribe.

¿Qué viene ahora?
Hasta el momento, el Ministerio de Ambiente no ha anunciado una visita oficial, aunque sí ha manifestado en comunicados previos su intención de avanzar en un modelo de gobernanza participativa. Sin embargo, para las comunidades, las palabras ya no bastan.

“Queremos presencia real, no promesas desde Bogotá”, afirman.

El pulso continúa. Mientras tanto, el Parque Tayrona sigue cerrado, y la Troncal del Oriente, una de las arterias viales del Caribe, permanece bloqueada por una protesta que no solo exige presencia, sino respeto por el territorio y quienes lo habitan.


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