Aunque desde mayo de 2024 las autoridades lanzaron una alerta por los robos a turistas mediante aplicaciones de citas, el fenómeno no se ha detenido. Por el contrario, ha crecido con consecuencias fatales, como el asesinato y desmembramiento del italiano Alessandro Coatti. Una red criminal acecha tras las pantallas.

La cita estaba pactada. Alessandro Coatti, un turista italiano de 42 años, esperaba conocer a alguien especial en Santa Marta, una ciudad que prometía playa, sol y nuevas amistades. Lo que encontró, sin embargo, fue una emboscada mortal.
Engañado con un perfil falso en una aplicación de citas, Coatti fue contactado por un delincuente que lo condujo hacia su destino final. Fue robado, asesinado y desmembrado. Su caso, tan crudo como inédito, conmocionó a toda la ciudad y encendió de nuevo las alarmas de la Fiscalía y la Policía Metropolitana.

Este crimen expuso una realidad que viene gestándose desde hace más de un año: el aumento descontrolado de robos a turistas —tanto nacionales como extranjeros— a través de apps como Tinder, Badoo y Grindr. Según datos de las autoridades, los hurtos bajo esta modalidad se han incrementado en un 30 % en el último año. Aunque el de Coatti ha sido el único caso con desenlace fatal, investigadores aseguran que los atracos son cada vez más comunes y sofisticados.

“Son bandas organizadas. Uno hace el contacto, pero hay todo un grupo detrás con roles definidos: quien transporta, quien vigila, quien amenaza”, explicó un oficial judicial que pidió mantener su nombre en reserva.

El modus operandi varía. En ocasiones, los delincuentes eligen lugares solitarios para ejecutar el asalto. En otros, drogaban a sus víctimas con sustancias en bebidas y luego los llevaban a inmuebles donde los despojaban de todo. En los casos más graves, las víctimas eran forzadas a entregar información bancaria bajo amenaza de muerte.

Un infierno turístico
José Pacheco, también italiano, vivió en carne propia esta pesadilla. “Estuve secuestrado más de cinco horas. Me robaron todo, usaron mis tarjetas y cuentas y luego me abandonaron”, relató. Fue contactado en Grindr por un hombre cuyo número y foto logró recuperar semanas después, ya de regreso en su país. Aunque sobrevivió, el miedo lo acompaña desde entonces.

Como él, al menos 18 turistas han denunciado robos similares en 2024. Dos de ellos resultaron con heridas graves. Las autoridades lograron capturar a algunos responsables. Entre ellos, a alias ‘Gabito’, cabecilla de la banda ‘Los Toderos’, que exigía a sus miembros conseguir hasta cuatro celulares diarios para vender en el mercado negro.

También fue detenida Darlys Patricia Torres Urueta, conocida como ‘la Madame’ o ‘la Modelo’, quien usaba su imagen para seducir a turistas y luego extorsionarlos. Según la Policía, su red operaba desde hace casi un año con absoluta impunidad.
Más recientemente, cayó alias ‘Yoyo’, cabecilla de “Los Todo Terreno”, otra organización criminal que reclutaba víctimas mediante perfiles falsos. Fue capturado en San Andresito tras 10 meses de investigación.

Un llamado a la precaución
El comandante de la Policía Metropolitana, coronel Jaime Ríos ha sido enfático: “Pedimos a los turistas que sean muy cautelosos con las personas que conocen a través de redes sociales y aplicaciones. Detrás de una foto atractiva puede esconderse una trampa”.

Santa Marta, paraíso de turistas, se ha convertido también en un campo minado digital donde las intenciones no siempre son lo que parecen. Las autoridades prometen más capturas. Pero mientras tanto, las pantallas siguen siendo el anzuelo perfecto para quienes buscan robar, extorsionar… o incluso matar.