El adolescente fue citado por su exnovia con la promesa de una sorpresa. Lo que parecía un reencuentro terminó siendo una emboscada: lo atacó con un arma blanca hasta quitarle la vida.

David Nocua, un adolescente de 14 años, salió de su casa creyendo que vería a su exnovia por última vez o, quizá, que se reconciliarían. Ella lo había citado con una frase que parecía inocente: “tengo una sorpresa para ti”. Lo que él no sabía es que esa cita sería una trampa mortal.

En el barrio Marichuela, al sur de Bogotá, cámaras de seguridad registraron a tres menores caminando juntos: David, su exnovia y otro adolescente. Horas más tarde, los tres fueron vistos entrando a un lote baldío. Fue allí donde ocurrió el crimen.

Según reveló la Fiscalía, la joven le pidió a David que cerrara los ojos para recibir una “sorpresa”. Acto seguido, sacó un arma blanca y lo apuñaló varias veces. El otro menor, que luego confesó los hechos, afirmó que el ataque fue motivado por la negativa de David a retomar la relación sentimental, la cual, según allegados, había estado marcada por el maltrato.

El cuerpo del joven fue hallado dos días después a orillas del río Tunjuelo. Presentaba múltiples heridas de arma blanca. Según relató su madre, Juliana Monroy, los agresores intentaron deshacerse del cuerpo arrojándolo al agua para que fuera arrastrado por la corriente.

“Lo encontramos dentro del río. Cuando lo sacamos, ya estaba sin vida… creemos que lo mataron y luego lo tiraron al agua para que el río se lo llevara”, dijo entre lágrimas.

Días después del crimen, el menor que acompañó a la exnovia se entregó a las autoridades y detalló cómo se planeó y ejecutó el asesinato. Ese testimonio fue clave para esclarecer el caso.

Ambos adolescentes en las últimas horas fueron imputados por homicidio agravado y se encuentran bajo medida de internamiento preventivo en un centro especializado.

La historia de David ha generado una profunda conmoción a nivel nacional.