
Cero tolerancia: en Santa Marta judicializarán a motociclistas que adulteren o tapen placas
Las autoridades endurecieron los controles para frenar una práctica que ya no solo busca evadir comparendos, sino que se convirtió en una estrategia usada por delincuentes para cometer robos, extorsiones y homicidios en la ciudad.
Santa Marta se cansó de la trampa de las placas tapadas. La Secretaría de Movilidad y la Policía anunciaron que a partir de ahora todo motociclista sorprendido alterando, cubriendo o manipulando su matrícula no solo verá inmovilizado su vehículo, sino que será puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación para responder por falsedad y fraude.
La medida llega en un momento crítico. Cada vez es más común ver motos con la placa doblada, cubierta con cinta, barro o calcomanías, una práctica que empezó como una forma de evadir fotomultas y terminó siendo el disfraz perfecto de los delincuentes que azotan a la ciudad.
Una amenaza que se esconde entre el caos
En los barrios y avenidas principales de la capital del Magdalena, la escena se repite: mototaxistas y motociclistas circulando con placas ilegibles o alteradas. En ese mar de motos se camuflan los bandidos que en cuestión de segundos asaltan, huyen y se pierden sin dejar rastro.
“Ya no se trata de un simple comparendo. Hemos identificado casos en los que con una cinta convierten una letra en otra, y el comparendo termina llegando a un ciudadano inocente. Eso es falsedad y es delito”, explicó el secretario de Movilidad, Fidel Castro.
El funcionario recordó que esta práctica, además de injusta, agrava la inseguridad en una ciudad que este año ha visto crecer los robos y homicidios cometidos desde motos. “Hay bandas que usan este mecanismo para pasar desapercibidas, por eso no habrá contemplaciones”, advirtió.

Controles más severos
Los operativos ya comenzaron en puntos estratégicos de Santa Marta. Los agentes de tránsito, apoyados por la Policía Metropolitana, tienen la orden de inmovilizar de inmediato los vehículos con placas manipuladas y remitir los casos a la Fiscalía.
“Esto dejó de ser un asunto administrativo y pasa a lo penal. La Fiscalía tendrá que investigar y el infractor responder ante un juez”, precisó Castro, mientras insistió en que las acciones no buscan solo sancionar, sino recuperar la confianza ciudadana.
Un motociclista consultado por Santa Marta al Día, que prefirió no revelar su nombre, reconoció que muchos colegas recurren a estas prácticas “para evitar las cámaras y las multas”, pero admitió que el control es necesario. “Al final uno termina pagando por los que cometen delitos. Uno entiende que ya hay que poner orden”, señaló.
Riesgo para inocentes
El secretario reveló que la manipulación de placas no solo se usa para eludir responsabilidades, sino que también genera víctimas indirectas. “Hemos tenido denuncias de ciudadanos que reciben multas injustas porque alguien adulteró su placa. Eso demuestra que el problema trasciende lo vial y afecta derechos fundamentales”, sostuvo.
En barrios como Pescaíto y el Mercado Público, vecinos aseguran que la medida llega tarde, pero es necesaria. “Aquí cada robo que pasa es en moto y casi nunca se sabe quién fue porque tapan la placa. Si la Fiscalía se mete en serio, quizás esto cambie”, dijo Jaime Orozco, comerciante del sector.
Cero tolerancia
La Secretaría de Movilidad insistió en que los controles serán permanentes y que no habrá excepciones. La política es de cero tolerancia: todo conductor sorprendido con la placa adulterada deberá responder penalmente.
“Lo que buscamos es garantizar la seguridad en la ciudad y evitar que unos pocos, con conductas ilegales, pongan en riesgo a toda la ciudadanía”, concluyó Castro.
En una ciudad golpeada por la criminalidad en moto, la decisión marca un antes y un después. Los próximos días mostrarán si la estrategia logra frenar la impunidad que se esconde tras una simple placa cubierta.
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