
¡Cayó el monstruo! Lo acusan de abusar y matar a niña de 9 años
Este caso ha generado tristeza y conmoción. Familia pide que le caiga todo el peso de la ley.
Durante diez días, la sombra del miedo se posó sobre Cravo Norte en Arauca. La gente hablaba en voz baja, con rabia y horror, del hombre que había arrebatado la vida de Gabyela Leonela Santana Lucena, una niña de apenas nueve años.
La tragedia había dejado al pueblo en un estado de luto permanente, mientras su madre, aún sin respuestas, repetía entre lágrimas su súplica: “Yo necesito que me ayuden a encontrar a mi bebé”.
El 1 de abril, la noticia de su captura corrió como un vendaval. Jonnier Rolando Paredes Toncón, de 26 años, señalado como el responsable del feminicidio y abuso de la menor, fue finalmente detenido en el centro de la capital del departamento.
El hombre que hasta entonces era solo una amenaza en las sombras tenía un rostro, un nombre y esposas en las muñecas.
La cacería del monstruo fue meticulosa. La Sijín, el CTI de la Fiscalía y la comunidad indígena de Caño Mochuelo siguieron cada pista, cada testimonio. Algunos aseguraban haber visto cuando un hombre se llevaba a Gabyela en contra de su voluntad.
Finalmente, la investigación dio frutos. “Bajo la dirección y coordinación de nuestra Fiscalía número 10, logramos materializar la captura del señor, quien es el presunto responsable del feminicidio agravado con concurso de acceso carnal violento agravado con menor de 14 años”, confirmó el coronel Carlos Angarita Antolinez.
La revelación más aterradora llegó después: Paredes Toncón no era un desconocido. Era amigo cercano del padrastro de Gabyela, alguien en quien su familia jamás habría sospechado. Ahora, enfrentará la justicia por los delitos de feminicidio agravado y acceso carnal violento con menor de 14 años.
Cabe recordar que la menor de origen venezolano, fue hallada en el cauce del río Casanare la semana pasada.
Una de las bases para reconstruir lo sucedido fue el testimonio de otra niña que compartió momentos con Gabriela, ya que afirmó que ambas ingresaron al hogar de la víctima para recoger unos juguetes y encontraron a un hombre dentro de la vivienda. Mientras la compañera decidió esconderse, Gabriela accedió a salir con el hombre, lo que marcó el inicio de su desaparición.
La madre de la menor señaló también que todo este trágico suceso ocurrió luego de que dejara a su hija al cuidado de una vecina, cuando se fue a trabajar.
El miércoles de la semana pasada sus allegados y compañeros de colegio le rindieron un homenaje con fotografías en mano y mensajes de rechazo hacia los crímenes contra menores.
“Los niños me decían: —Profe ¿por qué le hicieron eso a Gaby?—. ¡No hay respuestas para este dolor! Es muy triste escuchar: —Profe, ahí se sentaba, aquí venía a jugar, ese era su juguete”, relató en medio del llanto Yoly Yasmit Velasco, una de las docentes que le dio clase.
Incluso la alcaldía de Cravo Norte decretó de luto los días 27, 28 y 29 de marzo por el execrable crimen.
En Cravo Norte, la herida sigue abierta. La gente aún habla del monstruo, de su brutalidad y del horror que dejó tras de sí. La captura de Jonnier Paredes trae alivio, sí, pero no devuelve a Gabyela. Su ausencia pesa en su hogar, en su barrio, en cada rincón donde alguna vez corrió y rió con la inocencia que le arrebataron.
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