Los ocupantes de un bus intermunicipal vivieron momentos de pánico e impotencia cuando fueron despojados de su equipaje por un grupo de personas que, sin resistencia de las autoridades, aprovecharon una falla mecánica del vehículo para cometer un robo colectivo en plena vía.

La escena parecía sacada de un mal recuerdo, pero ocurrió este martes en plena zona urbana del corregimiento de Tasajera, municipio de Pueblo Viejo (Magdalena). Un bus de servicio intermunicipal, que cubría la ruta por la Troncal del Caribe con destino a Barranquilla, sufrió una falla mecánica que lo obligó a detenerse. Minutos después, lo que debió ser un contratiempo técnico se convirtió en una pesadilla para los pasajeros.

Mientras el conductor y el personal de la empresa intentaban solucionar el daño, un grupo de personas apareció sorpresivamente y, en cuestión de segundos, violentaron el compartimiento de equipaje.

“No preguntaron nada. Simplemente forzaron los maleteros y comenzaron a sacar todo”, relató uno de los pasajeros.

Maletas, bolsos, paquetes y hasta regalos fueron sacados y cargados por personas que actuaron con total naturalidad. Algunos corrían con lo que podían llevar; otros, incluso, seleccionaban lo que querían tomar. La escena ocurrió a plena luz del día y cerca a una estación de Policía, lo que incrementó la indignación de los afectados.

“Lo más doloroso es que había policías cerca y no hicieron nada. Nada. Solo miraban”, aseguró un ayudante del bus, quien no solo perdió parte del equipaje que debía custodiar, sino que terminó recibiendo reclamos de usuarios frustrados por la falta de protección.

Para muchos de los pasajeros, el viaje era parte de sus vacaciones. Algunos iban a visitar familiares, otros regresaban de una estadía en otro destino. Pero ninguno imaginó que su itinerario terminaría con las manos vacías y el recuerdo de haber sido saqueado sin defensa alguna.

El hecho evidencia una vez más la situación de seguridad en Tasajera, una zona que en los últimos años ha sido protagonista de varios episodios similares, especialmente cuando vehículos sufren daños o accidentes. El patrón es claro: los problemas mecánicos se convierten en oportunidad para el robo masivo.

A pesar de las denuncias constantes de viajeros y empresas de transporte, la respuesta institucional sigue siendo insuficiente.

Los ocupantes de un bus intermunicipal vivieron momentos de pánico e impotencia cuando fueron despojados de su equipaje por un grupo de personas que, sin resistencia de las autoridades, aprovecharon una falla mecánica del vehículo para cometer un robo colectivo en plena vía.

La escena parecía sacada de un mal recuerdo, pero ocurrió este martes en plena zona urbana del corregimiento de Tasajera, municipio de Pueblo Viejo (Magdalena). Un bus de servicio intermunicipal, que cubría la ruta por la Troncal del Caribe con destino a Barranquilla, sufrió una falla mecánica que lo obligó a detenerse. Minutos después, lo que debió ser un contratiempo técnico se convirtió en una pesadilla para los pasajeros.

Mientras el conductor y el personal de la empresa intentaban solucionar el daño, un grupo de personas apareció sorpresivamente y, en cuestión de segundos, violentaron el compartimiento de equipaje.

“No preguntaron nada. Simplemente forzaron los maleteros y comenzaron a sacar todo”, relató uno de los pasajeros.

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Maletas, bolsos, paquetes y hasta regalos fueron sacados y cargados por personas que actuaron con total naturalidad. Algunos corrían con lo que podían llevar; otros, incluso, seleccionaban lo que querían tomar. La escena ocurrió a plena luz del día y cerca a una estación de Policía, lo que incrementó la indignación de los afectados.

“Lo más doloroso es que había policías cerca y no hicieron nada. Nada. Solo miraban”, aseguró un ayudante del bus, quien no solo perdió parte del equipaje que debía custodiar, sino que terminó recibiendo reclamos de usuarios frustrados por la falta de protección.

Para muchos de los pasajeros, el viaje era parte de sus vacaciones. Algunos iban a visitar familiares, otros regresaban de una estadía en otro destino. Pero ninguno imaginó que su itinerario terminaría con las manos vacías y el recuerdo de haber sido saqueado sin defensa alguna.

El hecho evidencia una vez más la situación de seguridad en Tasajera, una zona que en los últimos años ha sido protagonista de varios episodios similares, especialmente cuando vehículos sufren daños o accidentes. El patrón es claro: los problemas mecánicos se convierten en oportunidad para el robo masivo.

A pesar de las denuncias constantes de viajeros y empresas de transporte, la respuesta institucional sigue siendo insuficiente.