Diobani Serrano Melo resultó gravemente herida en el mismo lugar donde en julio fue asesinado su hijo Jefferson Rodríguez; la comunidad vive bajo el miedo mientras las autoridades aún no identifican a los responsables.

El barrio Trigal del Norte, en Cúcuta, volvió a estremecerse el martes 16 de septiembre. En la misma vivienda donde dos meses atrás se registró un doble homicidio, desconocidos atacaron a tiros a Diobani Serrano Melo, madre de uno de los jóvenes asesinados en ese hecho.

La mujer fue sorprendida frente a su casa por hombres armados que dispararon sin piedad. Gravemente herida, Serrano fue trasladada de inmediato a un centro asistencial, donde los médicos lograron estabilizarla. Permanece bajo observación, aferrándose a la vida en medio del dolor de su familia y vecinos.

El ataque ocurrió a escasos metros del escenario del crimen del 9 de julio. Aquella noche, Jefferson Leonel Rodríguez Serrano, conocido como JR e hijo de Diobani, fue acribillado en la calle tras recibir impactos en la clavícula y el abdomen, mientras que su amigo y compañero de barbería, William Díaz Rodríguez, apodado El Costeño, fue asesinado dentro de la vivienda.

Dos hechos violentos en apenas dos meses han dejado marcada a la familia Serrano y a toda la comunidad del Trigal del Norte, que ahora convive con el miedo y la incertidumbre. Nadie sabe quiénes están detrás de los ataques ni cuáles son los móviles, y las investigaciones avanzan sin identificar responsables.

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La reiteración de la violencia en el mismo punto del barrio genera alarma entre los habitantes, que claman mayor presencia de las autoridades y medidas urgentes de seguridad.