
Asesinan a un joven de 16 años en el patio de su casa: el pistolero habló con él antes de dispararle
Un adolescente fue asesinado a tiros en el patio de su vivienda en el barrio La Mano de Dios, en Sabanalarga, Atlántico. El agresor conversó brevemente con él antes de abrir fuego y escapar. La familia del menor está devastada mientras la Policía investiga los móviles del crimen.
Sheiler de la Asunción González, un joven de apenas 16 años, estaba sentado en una silla en el patio de su vivienda cuando la muerte lo sorprendió de frente.
En el barrio La Mano de Dios —una invasión de Sabanalarga— un hombre llegó hasta la parte trasera de la casa, lo llamó y se le acercó sin levantar sospechas.
Según las primeras versiones, el atacante sostuvo un corto intercambio de palabras con el adolescente. No fue una emboscada silenciosa ni un ataque desde lejos: lo miró a la cara antes de desenfundar un arma y dispararle varias veces.
Disparos en un barrio que ya vive con miedo
Los vecinos escucharon los disparos y corrieron hacia el patio. Encontraron al joven sin vida y a su familia en estado de shock. Una patrulla de la Policía, que realizaba un recorrido cerca de la zona, fue alertada de inmediato.
Para muchos habitantes de La Mano de Dios, un sector marcado por la vulnerabilidad y la falta de presencia estatal, el crimen encendió aún más el miedo que desde hace meses viene creciendo.
Tras disparar, el hombre escapó por los callejones de la invasión. Los testigos no lograron precisar si huyó a pie o si lo esperaba una motocicleta en las afueras del barrio. Lo único claro es que la escena fue rápida, directa y ejecutada con total sangre fría.
Hasta el momento no hay capturas ni pistas confirmadas sobre el responsable.
Los parientes del menor, en medio de la conmoción, no encuentran explicaciones. Sheiler era un joven que pasaba la mayor parte del tiempo en casa, y aunque aún no se descartan hipótesis, la familia insiste en que no entienden por qué alguien habría querido matarlo.
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En el barrio, la imagen de su madre llorando junto al cuerpo del joven quedó grabada en la memoria de quienes llegaron para intentar ayudarlo.
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