
Arhuacos y Kankuamos protagonizan violenta riña; hay más de 15 heridos, niños desaparecidos y personas retenidas
La disputa por el predio Montesion se salió de control. El pueblo Kankuamo denuncia una incursión violenta por parte de más de 500 Arhuacos, que dejó al menos 15 heridos, ocho niños desaparecidos y miembros de la comunidad secuestrados. Piden intervención urgente del Estado y organismos de derechos humanos.
La Sierra Nevada de Santa Marta, tierra sagrada para los pueblos indígenas de Colombia, vive un episodio oscuro y lamentable. Lo que comenzó como una disputa territorial terminó en una verdadera crisis humanitaria.
Este lunes 28 de abril en horas de la tarde, más de 500 miembros del pueblo Arhuaco irrumpieron con violencia en el predio Montesion, vereda Sabana de Crespo, atacando a la comunidad Kankuama que allí reside. La situación, que inicialmente dejó cuatro lesionados, escaló rápidamente hasta convertirse en una tragedia en desarrollo.

A través de un comunicado urgente, las autoridades del pueblo Kankuamo informaron que ya son más de 15 las personas heridas, entre ellos mujeres, hombres y adultos mayores. Lo más grave: ocho niños están desaparecidos, y dos maestros junto a varios comuneros permanecen retenidos contra su voluntad.
A esta hora, dicen, la comunidad de “Los Laureles” está secuestrada y sin garantías para su integridad física ni emocional.
“Responsabilizamos directamente al Cabildo Arhuaco Zarwawiko Torres por la promoción, instigación y ejecución de esta grave arremetida contra nuestro Pueblo”, expresa el documento, que advierte un inminente riesgo para la vida de los niños, las mujeres y las autoridades indígenas si no hay una intervención inmediata del Estado y organismos defensores de derechos humanos.
La comunidad narra cómo la incursión no solo dejó heridos con piedras, machetes y varillas, sino que también sembró el terror entre las familias.

Germán Mejía Torres fue golpeado en la cabeza con una piedra; Seikwarin Ramos Torres resultó herido con una varilla; Sheynarin Arroyo Torres sufrió un trauma craneoencefálico; y Ukuinguma Torres Arroyo recibió un machetazo que le expuso el hueso del antebrazo.

El predio Montesion, eje de la disputa, es ahora símbolo del colapso del diálogo entre dos pueblos que comparten orígenes y espiritualidad, pero que hoy se enfrentan como enemigos.
La Sierra, que por siglos ha resistido amenazas externas, se desgarra rompió ahora desde dentro.
El pueblo Kankuamo ha exigido: el cese inmediato de toda acción violenta, la liberación de las personas retenidas y el retorno de los niños desaparecidos.

Han hecho un llamado desesperado a la Fiscalía, al Ministerio Público, a la Defensoría del Pueblo y a organizaciones indígenas regionales, nacionales e internacionales.
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