
Anunció su separación con su esposo y apareció muerta días después en un río
La desaparición de Marian Chica Martínez, de 25 años, estremeció a Medellín. Una semana después, su cuerpo fue hallado en avanzado estado de descomposición en el río Cauca, dentro de un costal. La joven había anunciado su separación y hoy su familia clama justicia.
Lo que comenzó como una búsqueda desesperada terminó convertido en una tragedia que ha conmocionado a Medellín y Antioquia. Marian Chica Martínez, una joven madre de 25 años, desapareció el pasado 14 de septiembre en el barrio Enciso, oriente de la ciudad, y una semana después fue hallada sin vida, envuelta en sacos, flotando en las aguas del río Cauca a la altura de Bolombolo.
Durante los días de incertidumbre, su familia se aferró a la esperanza. Difundieron su fotografía en redes sociales, acudieron a medios de comunicación y denunciaron su desaparición ante las autoridades. Sin embargo, el desenlace fue devastador: Marian estaba muerta, en condiciones que evidencian la sevicia de un crimen atroz.
Las primeras indagaciones apuntan a que el cuerpo habría sido transportado en motocicleta antes de ser arrojado al río.
Medicina Legal trabaja en esclarecer la causa exacta de su muerte, mientras las circunstancias del hallazgo alimentan la hipótesis de un feminicidio.
Marian había anunciado poco antes su decisión de separarse de un hombre, un hecho que hoy adquiere relevancia en medio de la investigación. Para su familia y para colectivos feministas, no se trata de un caso aislado, sino de otro capítulo de la violencia que siguen enfrentando las mujeres en Colombia.
La noticia del hallazgo desató indignación en Medellín, donde grupos de derechos humanos y activistas se sumaron al clamor de justicia.
“No podemos permitir que la vida de una mujer termine de esta forma y quede en la impunidad”, señalaron en comunicados difundidos en redes sociales.
Su familia, mientras tanto, enfrenta un vacío imposible de llenar. Marian era recordada como una mujer alegre, trabajadora y madre dedicada de un niño de cuatro años que hoy queda huérfano de su amor.
“Ella vivía para su hijo, no merecía este final”, lamentaron sus allegados.
El hallazgo en el río Cauca puso fin a una semana de incertidumbre, pero abrió una herida profunda que exige respuestas.
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