
Ancianos asesinados a golpes en su vivienda fueron pioneros en la prevención del VIH en Colombia
Roberto Vásquez y Porfiria Escorcia dedicaron su vida a prevenir el VIH y formar generaciones de médicos y enfermeros. Los mataron para robarles , según primeras hipótesis.
En Barranquilla no se habla de otra cosa. La ciudad aún no logra asimilar el brutal asesinato de los esposos Roberto Vásquez Camargo y Porfiria Isabel Escorcia Villalba, dos profesionales de la salud pública que dedicaron su vida a salvar otras.
El crimen ocurrió el viernes 13 de junio en su casa del barrio Altos de Riomar, al norte de la ciudad, y desde entonces, colegas, exalumnos y activistas no dejan de lamentar la manera violenta e injusta en que terminó la vida de esta pareja.
Roberto, médico epidemiólogo de 88 años, fue una de las primeras voces en Colombia en alertar sobre los peligros del VIH cuando la enfermedad apenas emergía en los años 80. Su trabajo no fue desde la distancia, sino en terreno, al lado de poblaciones vulnerables, en programas de educación sexual y distribución de preservativos. Porfiria, su esposa y enfermera de profesión, lo acompañó no solo en la vida, sino también en esa cruzada sanitaria que marcó a toda una generación de trabajadores de la salud.
Reconocidos docentes en la ciudad
Ambos fueron docentes en la Universidad Metropolitana de Barranquilla y formadores de muchos de los actuales profesionales del sector. No solo hablaban de prevención, sino que enseñaban cómo hacerlo, desde la práctica y con ética. “Roberto y Porfiria Isabel salvaron vidas. Su trabajo permitió que muchas personas diagnosticadas con VIH tuvieran mecanismos preventivos y atención digna. Eran voceros de la prevención en un momento en que eso no era fácil”, recordó Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo.
Los recuerdos coinciden en un mismo punto: fueron personas comprometidas con el servicio público, con la educación y con la salud como un derecho.
La periodista Fany Sossa, quien conoció al doctor Vásquez desde sus inicios, lo recuerda como un profesional accesible, respetuoso, siempre dispuesto a colaborar y con un humor que aligeraba los temas más duros. Desde Estados Unidos, Amparo Pérez, también periodista y exfuncionaria de la Secretaría de Salud del Atlántico, lamentó la pérdida de una figura esencial en campañas contra el cólera, la vacunación masiva y la dignificación de los pacientes con VIH.

Los mataron con mucha violencia
Según el reporte oficial, los cuerpos fueron hallados por un familiar que ingresó a la vivienda tras no recibir respuesta. La escena evidenció desorden y signos de violencia: golpes con un objeto contundente, aún sin identificar.
Las autoridades manejan como principal hipótesis un homicidio por hurto, dado que la pareja había regresado días antes de un viaje a Estados Unidos.
Hoy, mientras la Policía y la Fiscalía intentan esclarecer lo ocurrido, en Barranquilla se impone la memoria. No se trata solo de exigir justicia, sino de resaltar que estas dos personas no eran solo adultos mayores ni solo víctimas. Fueron pilares del sistema de salud pública local. Fueron activistas, educadores, servidores. Y por eso, como bien lo resume una de sus colegas: “No merecían tener un final así”.
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