El crimen ocurrió en el municipio de Prado en Tolima. Hernán López Navarro y su hijo Felipe López Gutiérrez le abrieron la puerta a un hombre de confianza que, según la investigación, habría ingresado con otros cómplices para robarles.

En el municipio de Prado, Tolima, hay consternación a raíz del hallazgo de dos cuerpos sin vida dentro de una vivienda del sector urbano. Eran Hernán López Navarro y su hijo Felipe López Gutiérrez, conocidos en la zona por su trabajo honesto, su sencillez y la unión familiar que los caracterizaba.

Ambos fueron asesinados luego de abrirle la puerta a un hombre que conocían. Según las primeras versiones, el visitante —al parecer, un allegado de la familia— llegó en compañía de otros sujetos con la intención de robarlos. Lo que comenzó como una conversación de confianza terminó convertido en una escena de horror.

La traición detrás de la puerta

De acuerdo con las autoridades, padre e hijo fueron amarrados dentro de la casa mientras los agresores buscaban dinero y pertenencias de valor. Todo indica que el objetivo principal era despojarlos de sus bienes y acceder a sus cuentas bancarias, pero el asalto terminó de forma brutal.

Las víctimas fueron encontradas sin vida horas después, lo que desató una ola de conmoción en el pueblo. Vecinos y amigos no pueden entender cómo alguien de su círculo cercano fue capaz de semejante acto. “Confiaron en la persona equivocada”, lamentó uno de los habitantes del sector.

La esposa de Hernán y madre de Felipe permanece inconsolable. Perdió en una sola noche a su familia entera, en circunstancias marcadas por la traición y la violencia. “Nunca pensamos que algo así pudiera pasar aquí, y menos a ellos”, expresaron allegados.

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Las autoridades judiciales avanzan en la investigación y ya manejan hipótesis sobre la identidad de los responsables, entre ellos el presunto conocido que habría planeado el robo.

Hernán López Navarro era un hombre trabajador, dedicado a su hogar y conocido por su compromiso con la comunidad. Su hijo, Felipe, un joven alegre y servicial, acompañaba a su padre en las labores diarias y compartía con él el sueño de sacar adelante a la familia.

Hoy, sus nombres se mencionan con tristeza en cada rincón del municipio.