En los municipios del sur de Magdalena y parte del Cesar, hay indignación, pero sobre todo miedo y preocupación luego de conocerse que en las próximas horas recuperaría su libertad un peligroso delincuente.
De acuerdo con la información de la Policía, se trata de un presunto cabecilla del Clan del Golfo que, con su accionar delictivo y de los hombres que tiene a su cargo, mantiene atemorizados a campesinos, comerciantes y ganadores.
Camilo Andrés Cantillo Sánchez, conocido como alias ‘Ratón’, es señalado por las autoridades como uno de los jefes de sicarios más temidos de esta organización que delinque en Magdalena y Cesar.
El procedimiento de captura
A través de la cooperación de la comunidad, cansada de extorsiones y asesinatos, se logró su detención junto con dos de sus escoltas.
En el operativo, realizado en un predio rural del corregimiento El Cedro, se incautaron armas de fuego, lo que hizo creer a muchos que finalmente se había dado un golpe contundente contra esta peligrosa estructura criminal.
Sin embargo, la pesadilla no terminó. Un juez determinó que, debido a errores técnicos y de procedimiento en la legalización de la captura, alias Ratón volvería a las calles, dejando a su paso un mensaje desolador: los criminales siguen burlándose de las autoridades.
Un ciclo de impunidad
Este no es el primer capítulo de esta historia de impunidad. En febrero de 2021, alias Ratóntambién fue capturado bajo los cargos de homicidio, extorsión y concierto para delinquir, pero, en esa ocasión, también recobró su libertad por vencimiento de términos.
Su poder dentro del Clan del Golfo le ha permitido operar con total libertad, coordinando una red de sicarios que siembra el terror en municipios como Chimichagua, Tamalameque, Pelaya y El Banco, según las autoridades.
La captura de este criminal fue un respiro para la comunidad, pero su liberación es una cachetada a las víctimas», comentó un líder social, cuyo nombre se reserva por seguridad.
«Sabemos que en cuanto esté fuera, las amenazas, los cobros extorsivos y los asesinatos se recrudecerán. Aquí no tenemos cómo defendernos», agregó.
Alias Ratón ha sido señalado de liderar un grupo de más de 10 hombres armados, responsables de múltiples homicidios que mantienen en vilo a comerciantes, campesinos y ganaderos, quienes ven cómo las extorsiones y el miedo se han convertido en parte de su vida cotidiana.
Solo en los últimos 15 días, cinco personas han sido asesinadas en las zonas rurales de El Banco y Chimichagua, crímenes que la comunidad atribuye directamente a la banda de Cantillo Sánchez.
Una burla a la justicia
La noticia de su próxima liberación ha dejado en evidencia las graves fallas del sistema judicial en la zona rural y la impotencia de las autoridades locales, de acuerdo con el punto de vista de analistas y autoridades.
El coronel Javier Alberto Duarte, comandante de la Policía departamental, admitió que en ocasiones se dificulta completar el proceso de judicialización debido a las complicaciones logísticas que implica operar en zonas rurales.
«No contamos con los recursos necesarios. Trasladar las pruebas hasta Santa Marta y esperar su regreso es un proceso extenso que en ocasiones impide cumplir con los tiempos que exige la ley», explicó el alto oficial, visiblemente frustrado.
Pero para los habitantes, estas explicaciones no son suficientes. «Nos sentimos completamente desprotegidos», aseguró un comerciante que ha sido víctima de extorsión por parte del Clan del Golfo.
«Este criminal nos tiene bajo su yugo, y ahora la justicia le da vía libre para seguir asesinando y extorsionando como si nada hubiera pasado», añadió el hombre.
El miedo regresa
Con alias ‘Ratón nuevamente en libertad, el sur del Magdalena y parte del Cesar se sumen en un estado de alerta.
Los residentes temen que las represalias sean inmediatas. Muchos de ellos habían colaborado con las autoridades, proporcionando información clave que permitió su captura.
Ahora, con su inminente liberación, el temor a ser señalados como «soplones» por el Clan del Golfo ha aumentado.
El regreso de este jefe de sicarios al control de la región es, para muchos, la posibilidad de una nueva escalada de violencia.
«No entendemos cómo un delincuente con este historial puede estar libre», comentó un ganadero de la zona. «Aquí la ley del más fuerte es la que manda, y mientras este hombre esté suelto, no habrá paz», aseguró.
Los habitantes piden la intervención urgente del Gobierno Nacional, exigiendo resultados concretos en materia de seguridad.
«No podemos seguir viviendo en este estado de terror. Es inadmisible que un criminal de esta magnitud siga burlándose de las autoridades y la justicia», concluyó un líder social.
