Gaula Policial y Militar, junto a unidades especiales, se enfrentaron a integrantes de la subestructura Sergio Antonio Carrascal Gómez en Plato, Magdalena. En la operación además de la captura del líder criminal se incautaron armas y equipos de comunicación.

Un fuerte intercambio de disparos generó momentos de terror y zozobra en el corregimiento de Apure, en el municipio de Plato. Allí unidades del Gaula Policial y Militar, en coordinación con el Grupo de Operaciones Especiales (GOES) y la Seccional de Inteligencia, se enfrentaron con miembros del Clan del Golfo.

La operación, desarrollada en el marco del Plan Agamenón y la estrategia HE2 para golpear las estructuras criminales que operan en el Magdalena, tenía como objetivo ubicar a integrantes de la subestructura Sergio Antonio Carrascal Gómez, señalada de cometer homicidios, extorsiones y actividades ligadas al narcotráfico.

En medio del cruce de fuego fue capturado Albeiro Contreras, alias “El Gordo”, de 24 años, a quien las autoridades identifican como presunto cobrador de extorsiones en Chibolo, Zapayán y Pedraza.

Durante su aprehensión se le incautó una pistola calibre 45, un radio de comunicaciones, un teléfono celular y una motocicleta.

El operativo no estuvo exento de riesgos: uno de los delincuentes resultó herido y otros dos lograron escapar en motocicleta hacia la zona rural del centro del departamento. En el intercambio, dos uniformados sufrieron lesiones por esquirlas de proyectiles de largo alcance. Fueron trasladados a un centro asistencial, donde, según el reporte médico, evolucionan de manera satisfactoria.

Las autoridades confirmaron que se mantienen los operativos en la región para dar con los prófugos y anunciaron una recompensa de hasta cinco millones de pesos por información que permita su captura.

“Seguiremos trabajando de la mano con la comunidad para garantizar la seguridad y tranquilidad en el Magdalena”, afirmó el coronel Javier Alberto Duarte Reyes, comandante del Departamento de Policía Magdalena.

La acción militar y policial es vista por la comunidad como un golpe contundente a las redes criminales que, desde hace meses, mantienen en zozobra a varios municipios del Magdalena. Sin embargo, el hecho deja en evidencia que la presencia de estos grupos armados sigue siendo una amenaza latente en las zonas rurales del departamento.