Alcantarillas del Centro nuevamente rebosadas por otro daño en la Ebar Norte 

Compartir

Facebook
WhatsApp
Twitter
LinkedIn
Telegram

Los esfuerzos e inversiones económicas que hace la Essmar se pierden, debido a que el sistema está ya obsoleto y falla de manera constante en cuestiones de días. 

Las calles del Centro Histórico de Santa Marta están, una vez más, inundadas por aguas residuales tras una nueva avería en la estación de bombeo de aguas residuales Ebar Norte. 

La ruptura en el sistema ocurrió hace horas, generando un fuerte rebosamiento de alcantarillas que afecta a residentes, comerciantes y turistas. 

Los olores fétidos y el mal aspecto en la zona agravan la situación, mientras los operarios de la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta, Essmar, intentan una vez más controlar la emergencia.

La nueva falla 

Según informó la Essmar, la falla se presentó en la bomba 2 de la Ebar Norte, cuyo sistema de anclaje sufrió una fractura debido al ingreso de sólidos al sistema. 

A pesar de que se activaron los protocolos de atención con equipos de succión y presión, la magnitud del problema evidencia que la infraestructura ha cumplido su ciclo de vida y no puede soportar las demandas actuales, además de la falta de cultura de las personas. 

Una problemática constante
Esta no es la primera vez que la Ebar Norte colapsa. Apenas hace unos días, la Agente Especial de la Essmar, Isis Navarro, anunciaba que una emergencia similar había sido controlada tras un incremento en las aguas residuales por las lluvias. Sin embargo, los daños recurrentes en el sistema hacen evidente su obsolescencia, como ha sido reconocido por la propia Essmar.

La situación ha generado un impacto negativo en la actividad comercial y el turismo en la zona céntrica, uno de los principales atractivos de la ciudad. 

Los rebosamientos de aguas residuales son una constante cada vez que el sistema presenta una avería, dejando en evidencia la urgencia de una solución definitiva.

La solución: una inversión de 31 mil millones de pesos
La única salida viable para resolver este problema es la renovación total de la Ebar Norte, un proyecto que requiere una inversión mínima de 31 mil millones de pesos. Estos recursos permitirían modernizar el sistema y evitar futuras emergencias sanitarias que afectan la calidad de vida de los samarios.
Líderes de la ciudad han insistido en la necesidad de que las autoridades administrativas dispongan de los recursos con celeridad. Cada nueva avería no solo genera gastos adicionales de reparación, sino que perpetúa un problema que afecta directamente la salud pública, el comercio y la imagen de la ciudad.

Mientras se espera una solución definitiva, Santa Marta sigue enfrentando los efectos de un sistema obsoleto que no da tregua. Los ciudadanos exigen acciones concretas y una pronta respuesta para superar esta crisis que se ha convertido en una amenaza recurrente.