Alcalde Carlos Pinedo toma la delantera para frenar rebosamientos de aguas residuales en Santa Marta


Ante la inacción de la Essmar, el mandatario distrital lideró la instalación de un manifold provisional que permitirá controlar las aguas negras que amenazan la salud pública y el medio ambiente en varios sectores críticos de la ciudad.

Santa Marta sigue luchando contra uno de sus problemas más urgentes: los rebosamientos de aguas residuales. La respuesta no viene de la Essmar, sino del propio alcalde Carlos Pinedo Cuello, quien anunció la instalación de un manifold provisional como medida inmediata para frenar la contaminación en zonas neurálgicas como el Centro Histórico, Pescaíto, Bellavista y el sector de la Carrera Primera con calle 22.

La nueva estructura hidráulica fue incorporada a la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR Norte), como parte de una intervención que busca rehabilitar integralmente este sistema esencial. Aunque se trata de una solución temporal, el mandatario fue enfático al afirmar que es un paso fundamental dentro de un plan macro que apunta a resolver de manera definitiva el grave problema estructural que arrastra Santa Marta en materia de acueducto y alcantarillado.

“Es gratificante poder ver la instalación del nuevo manifold provisional que se está construyendo para aumentar la confiabilidad de la operación de la EBAR Norte”, declaró el gerente de Infraestructura del Distrito, Luis Felipe Gutiérrez.

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El funcionario explicó que esta intervención se complementará con la llegada de nuevos equipos de bombeo y un moderno sistema de compuertas y válvulas, que también están en camino y que reforzarán la operación de la estación, por donde se canalizan los residuos de Santa Marta, Gaira, El Rodadero y sectores aledaños.

Una obra con respaldo nacional

El proyecto de rehabilitación de la EBAR Norte cuenta con una inversión superior a los 31 mil millones de pesos, recursos gestionados por la Alcaldía y financiados por el Ministerio de Vivienda. Este respaldo ha sido clave para avanzar en una de las obras más sensibles para la ciudad, cuyo impacto se mide no solo en infraestructura sino en salud pública y preservación ambiental.

Según la Alcaldía, esta intervención es resultado de la articulación entre el Gobierno nacional y el Distrito, y representa un nuevo enfoque de gestión ante la ineficiencia que ha caracterizado a la empresa encargada del manejo del sistema de aguas en la ciudad.

“Seguimos trabajando; la idea es que también ya se esté incorporando el manifold definitivo y una vez que hagamos el proceso de implantación, esperamos que el nivel de confiabilidad de la estación de bombeo aumente”, añadió Gutiérrez.

Paso firme ante la emergencia

Con la instalación del manifold provisional, el Distrito busca evitar nuevos vertimientos de aguas residuales en pleno centro de Santa Marta, donde los rebosamientos constantes han generado rechazo ciudadano y una alerta sanitaria creciente. La medida se suma a otros frentes que ha asumido la administración de Carlos Pinedo, ante la falta de respuestas por parte de la Essmar.

El reto sigue siendo enorme, pero la Alcaldía asegura que este primer paso confirma que el camino hacia una solución definitiva ya empezó. La meta: poner fin a décadas de colapsos y convertir a Santa Marta en una ciudad con servicios públicos dignos y sostenibles.


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