Hasta ahora solo anuncios y pocos avances en su gestión.
En sus primeros 100 días de gestión, el alcalde Carlos Pinedo Cuello no ha logrado calmar las aguas turbulentas que azotan a la capital del Magdalena. La percepción generalizada entre los ciudadanos es desalentadora: Santa Marta parece estancada, e incluso retrocede en problemas cruciales que urgen soluciones.
La problemática histórica del agua potable ha alcanzado niveles críticos bajo la administración de Pinedo. A pesar que existía ya un proyecto de agua potable, el alcalde optó por desecharlo, optando por iniciar desde cero con sus propias ideas.
El panorama actual es barrios enteros sufriendo semanas y hasta un mes completo de desabastecimiento y protestas que denuncian la inacción tanto de la empresa prestadora del servicio como del propio alcalde.
La falta de presencia de Pinedo en las comunidades ha llevado a que concejales como Miguel Martínez lo acusen de ser «inexistente» en la ciudad.
Martínez critica la continuidad de prácticas del gobierno anterior, señalando que Pinedo ha mantenido alianzas con anteriores administraciones, que se ven en el nombramiento de funcionarios públicos que trabajaron con el gobierno de Fuerza Ciudadana.
En esa misma línea, el concejal Wiston Vargas también alza la voz contra la creciente informalidad que asola a la ciudad. Señala con inquietud cómo los vendedores informales han retomado áreas públicas, incluyendo las playas y el mercado público, a pesar de los esfuerzos previos por desalojarlos.
«El comercio formal está sufriendo porque, además de las altas tarifas de energía, se ve afectado por la informalidad que otra vez está apoderada de las calles sin que nadie haga algo por evitarlo. Lo vimos recientemente en Semana Santa en El Rodadero, donde las ventas callejeras estaban por todos lados», sostiene el concejal Vargas.
En cuanto a seguridad, Lerber Dimas, experto en derechos humanos, alerta sobre la alta tasa de homicidios, atribuyendo la situación a la presencia de grupos armados y a la falta de una estrategia integral por parte de la alcaldía.
«50 hombres 5 mujeres para un total de 54 homicidios se han presentado en el distrito, la tendencia sigue siendo similar a la de los tres últimos años», detalla Dimas Además, resalta la extorsión como un problema que se ha agudizado en la ciudad, expandiéndose a diferentes zonas sin control por parte de las autoridades.
En medio de este panorama sombrío, los ciudadanos esperan respuestas concretas de su alcalde. Sin embargo, las prioridades de Pinedo parecen estar en otro lado, preparando un viaje a Estados Unidos mientras la ciudad se sumerge en una crisis que clama por liderazgo y acción inmediata.