El joven de 22 años, fue asesinado a tiros frente a varias personas en el barrio 17 de Diciembre. Su pareja sentimental llegó al lugar y lo encontró agonizando, sin que pudiera hacer nada por salvarlo.

La noche de este sábado en el barrio 17 de Diciembre de Santa Marta estuvo marcada por una escena desgarradora. Arnovis Rafael Rodríguez, de 22 años, fue acribillado a tiros en un estadero mientras compartía con unos amigos. El ataque, atribuido a un ajuste de cuentas entre bandas delincuenciales, se produjo de forma sorpresiva cuando dos hombres armados llegaron en motocicleta y abrieron fuego en su contra.

Rodríguez intentó reaccionar y buscar refugio, pero el sicario fue certero y lo derribó a disparos. Los asistentes, paralizados por el miedo, se limitaron a observar desde lejos.

La escena adquirió un tinte aún más dramático con la llegada de su pareja sentimental. Apenas supo que el amor de su vida había sido baleado, corrió hasta el lugar y lo encontró tendido en el piso, bañado en sangre y sin posibilidades de sobrevivir. Lo sostuvo entre sus brazos, clamando ayuda para llevarlo a un centro asistencial, pero ya era demasiado tarde. “¿Qué voy a hacer sin él?”, lloraba desconsolada mientras se aferraba a su cuerpo.

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Testigos grabaron la escena con sus celulares: un charco de sangre, un joven agonizando y una mujer desesperada pidiendo una explicación que nadie pudo darle.

El asesinato de Arnovis se suma a la racha de homicidios que golpea a la capital del Magdalena, donde la violencia asociada a la disputa de bandas criminales cobra la vida de jóvenes que, como él, terminan convertidos en víctimas de una guerra cruda y despiadada.